lunes, 31 de mayo de 2021

COVID-19. OPS/OMS: UN INFORME QUE DEBEMOS CONOCER

 

Hasta el 17 de mayo, 2021, han sido notificados en el mundo 162, 773, 940 casos confirmados de COVID-19 que incluyen 3, 375, 573 defunciones. De los que el 40% de los casos confirmados y el 47% de las defunciones fueron aportados por la región de las Américas.

 

En abril 2021, América del Sur contribuyó con el mayor número de casos y defunciones adicionales con 809, 233 casos y 45, 410 defunciones en comparación con marzo 2021.

 

Entre enero y abril 2021, en comparación con lo que se notificó en el año 2020, se ha observado un incremento en el número de casos y de defunciones de embarazadas positivas al SARS-Cov-2 en al menos 12 países de las Américas. De continuar esta tendencia, el número de casos y de defunciones superará a lo observado en el año anterior.

 

En los pueblos indígenas de 18 países en las Américas, se notificaron 448, 956 casos, que incluyen 7, 884 defunciones.

 

Respecto a los trabajadores sanitarios, 23 países notificaron 1, 827, 427 casos incluidos 9, 161 defunciones. Sin cuantificar casos que por distintas razones no se pudieron notificar.

 

Un total de 22 países y territorios notificaron 5, 555 casos confirmados acumulados del Síndrome Inflamatorio Multisistémico en niños y adolescentes que han coincidido cronológicamente en el tiempo de la COVID-19 con 123 defunciones.

 

No hay dudas que, en los primeros cinco meses de este año, en el mundo incluyendo a la República Dominicana, se ha producido un incremento notable de la infección por el nuevo coronavirus. No hay dudas, que debemos volver a la normalidad que existía antes de esta pandemia. Que hay que abrir los colegios, escuelas y universidades. Pero si tenemos que dar marcha atrás, debemos hacerlo, y mientras tanto, aplicar la estrategia del martillo y la danza. Dando duro con el martillo, volviendo a la cuarentena y al confinamiento si es necesario mientras mantenemos las medidas de protección, de vigilancia epidemiológica y la vacunación del mayor número de personas. Apretando y aflojando cuando las circunstancias lo permitan y en ese juego, ganar tiempo, como lo han hecho otras naciones, hasta ganar la guerra. Ser austeros y responsables, como lo han sido otros pueblos, porque de lo contrario el costo que deberemos pagar será muy alto.

 

REFERENCIA: OPS/OMS. “Actualización Epidemiológica Enfermedad por Coronavirus

(COVID-19)”. 18 de mayo, 2021.

Dr. Marcos Díaz Guillén

pediatra - neonatólogo

Santo Domingo

República Dominicana.

 

 

 

 

 

 

lunes, 24 de mayo de 2021

DOPAJE EN EL DEPORTE INFANTIL

 

Recientemente, el Dr. Elbi Morla pasado presidente de la Sociedad Dominicana de Pediatría y actual presidente de la Sociedad de Endocrinología Pediátrica. En múltiples ocasiones el periodista deportivo Nathanael Pérez y el exviceministro de deportes Marcos Díaz se han lamentado y han alzado su voz de alerta ante este problema de salud pública que no parece interesar a nadie. El Dr. Milton Pinedo presidente de la Agencia Nacional Antidopaje también se lamenta, y hace malabares con el mínimo apoyo que recibe para que el deporte nacional en todas sus vertientes se convierta en una actividad limpia y honesta.

 

Entrenadores sin certificación ni supervisión oficial, sin que se conozcan sus antecedentes, reúnen grupos de niños para entrenarlos y convertirlos en profesionales del deporte, específicamente del beisbol. Les inyectan y administran esteroides anabólicos, proteínas y otras drogas para que hagan músculos y puedan rendir más para cuando llegue el momento de la firma. Esos jóvenes son fuente de mucho dinero para esos “buscadores de talentos “que, cuando el contrato no se firma que es lo más común, el muchacho que a los 11 o 12 años fue reclutado, a los 16, se le devuelve a sus padres y a la sociedad como un producto de desecho.

 

Los esteroides anabólicos, son los padres quienes los están pidiendo a los médicos para sus hijos desconociendo que, pueden producir daños irreversibles como diabetes, hipertensión arterial, insuficiencia renal, crecimiento anormal, fractura de huesos y trastornos de la personalidad entre otros.

 

Es obligación del Estado proteger a nuestros atletas y al deporte limpio, porque como país, somos signatarios de la “Convención Internacional Contra el Dopaje en el Deporte” que ordena a prevenir y salvaguardar la integridad y los valores positivos del deporte y la salud de nuestros jóvenes, atrapados hoy en las redes del negocio sucio del dopaje.

 

Si no podemos permitir que nuestros rones sean adulterados, porque son una marca país. Mucho menos debemos permitir que nuestros atletas, reconocidos como unos de los mejores a nivel mundial y que son nuestra mejor marca país, sean adulterados y condenados al fracaso. Y es que somos un país en el que profesionales del beisbol sancionados por dopaje en los E.E.U.U, se les permite jugar en nuestro beisbol profesional de invierno con el visto bueno de la LIDOM, que no parece interesarle el tema.

Dr. Marcos Díaz Guillén

pediatra-neonatólogo

Santo Domingo

República Dominicana.

lunes, 10 de mayo de 2021

DESDE QUE LA VI SUPE QUE HABÍA SIDO VIOLADA

 

Serían las 5:00 de la mañana, la trajeron dos amigos suyos. Ya en la emergencia de la clínica, todavía medio dormido, desde que la vi, supe que la habían violado.

 

De inmediato, tomé muestra de los fluidos alrededor de sus genitales, ella parecía estar borracha o bajo los efectos de alguna otra droga. Hice una limpieza de su vagina, aspiré su cavidad uterina y le suturé algunos desgarros. Iniciamos los antibióticos y la antitoxina tetánica y esa misma mañana se le comenzó profilaxis contra posibles enfermedades de transmisión sexual incluyendo la enfermedad por VIH. Fue fácil localizar a los culpables quienes fueron denunciados por la víctima y puestos a disposición de la justicia. Historia real contada por un colega.

 

Esa es la obligación de todo médico ante un caso de violación. En mi experiencia de más de 15 años como médico especialista de emergencia, he tenido quizás dos o tres casos similares y en cada uno he hecho lo mismo, y es lo que todo médico debe hacer me dijo. En lo que ambos estuvimos de acuerdo.

 

Muy distinto es la violación de niñas y adolescente en el seno del hogar por amigos y familiares muy cercanos, que se repiten y que pocas veces son denunciados, que nos llegan con dos y tres meses de embarazo. Y es en estas circunstancias que se pretende que el médico malogre la vida de un ser humano saludable. No existen razones científicas que justifiquen eliminar a un niño que crece sano en el vientre de su madre, y que esto se presente como un argumento para justificar la legalización del aborto. Porque los médicos estamos para salvar vidas, no para eliminarlas.

 

 A nadie se le ha otorgado la autoridad para decidir quién debe vivir o quien debe morir, ni siquiera porque venga con la peor anormalidad. Y porque, además, el aborto, nunca va a eliminar en la mujer el trauma que le produjo la violación. Y, porque en la mayoría de los casos de mujeres que han abortado, se produce un síndrome postaborto caracterizado por graves sentimientos de culpa, angustia, depresión, abuso de drogas, frigidez e ideas suicidas. No le pidamos al médico que sea parte de esa tragedia. Eduquemos a la juventud y busquemos y castiguemos al culpable. Que casi siempre convive con la víctima.

Dr. Marcos Díaz Guillén

pediatra-neonatólogo

Santo Domingo

República Dominicana.