Los expertos en vacunas y enfermedades transmisibles
incluyendo a los Centros para el Control de Enfermedades (CDC) de los EE.UU.
recomiendan que todas las personas a partir de los 6 meses de edad entre
octubre y noviembre se vacunen contra la influenza. Y no basta con hacerlo una
vez, sino, que hay que hacerlo cada año, porque los virus de la influenza que
circularon el año anterior, pudieran ser distintos a los que circulen el año
siguiente.
¿Por qué se le llama gripe estacional y por qué vacunarse
en estos meses? Porque en otoño e invierno se dan las mejores condiciones climáticas
para la propagación del virus. Pero si usted no pudo vacunarse al comenzar esta
temporada, puede hacerlo en cualquier otro momento, porque de igual manera se
va a beneficiar y porque el invierno se presenta en tiempos distintos dependiendo
si nos encontramos en el hemisferio Sur o el hemisferio Norte del planeta. Y
debemos vacunarnos todos los años, porque, además, con la sumación de vacunas a
través del tiempo la enfermedad puede volverse menos frecuente y menos agresiva.
Nuestro organismo comienza a producir anticuerpos contra
la influenza a partir de la segunda semana de haberse administrado la vacuna y
no de inmediato como pudiera pensarse. También debemos saber, que las personas
vacunadas no están exentas de adquirir la gripe en ese lapso de tiempo o más
adelante; pero lo harán en menor proporción que las que no se vacunaron y muy
probablemente será una gripe más leve y sin complicaciones.
¿Quiénes se benefician de la vacuna contra la influenza?
Todos. Y en particular las personas con un sistema de defensas disminuido: los
niños pequeños, la embarazada y su criatura, los envejecientes y todo aquel con
alguna enfermedad crónica: cardiópatas, asmáticos, diabéticos, trasplantados,
renales etc. Sin olvidar, que las epidemias y pandemias de gripe que ha
padecido la humanidad, mataron a jóvenes por igual. Recordar: que la gripe
produce cada año mil
millones de infecciones y mata entre 300 mil y 600 mil personas.
Las vacunas para niños de 6 meses de edad deben ser dosis
estandarizadas y de virus inactivados, mientras que, otros tipos
de vacunas y de dosis más altas se prefieren para personas de 65 años o más. Tampoco,
debería haber preferencia de una vacuna sobre otra si proceden de farmacéuticas
reconocidas y aprobadas por las organizaciones científicas conocidas como
reguladores internacionales.
pediatra-neonatólogo
Santo Domingo
República Dominicana.