lunes, 29 de noviembre de 2021

EL DERECHO A SER NI;NO

 Los padres, desde el momento que decidimos serlo, tenemos la obligación de educar, alimentar, abrigar, amar y proteger a nuestros hijos. Unos lo hacen de la manera más irresponsable, y otros tan en serio, que hasta les niegan el derecho a vivir como ni;nos.

 

En ocasiones el niño puede irse a la cama pasadas las 12 de la noche, enganchado a un celular sin el menor control, y en otros casos, tan ocupado que se le niega el derecho al juego o al ocio.

 

 En la sociedad competitiva que vivimos, el niño debe hacer sus tareas, asistir a clases de música, estudiar idiomas, ir al ballet o al futbol, porque debe estar lo mejor preparado posible en esta sociedad global, en la que solo los mejores tendrán oportunidades. Cosas que son muy ciertas y reales, y muy buenas, solo cuando se dan de manera equilibrada, poniendo cada cosa en su lugar.

 

No es sano que un ser humano en formación como es el niño, deba estar en un laborantismo permanente, sin espacio libre, sin oportunidad de aburrirse, que deje de ser niño. Hay que evitar en esa etapa de su vida, que pase el tiempo y cuando ya sea tarde, darnos cuenta que por no perder las oportunidades, perdimos lo que más queríamos.

 

Debemos aburrirnos de vez en cuando y permitírselo a nuestros hijos para que puedan desarrollar su capacidad innata de ser creativos, no tienen que estar ocupados todo el tiempo.

 

“El aburrimiento puede ser una sensación incómoda, y por ello, la sociedad ha desarrollado expectativas para que estemos constantemente ocupados y estimulados. Sin embargo, para ser creativo, hay que desarrollar estímulos internos que precisan de cierta quietud. Y a nuestros ni;nos y jóvenes, no les estamos proporcionando los recursos interiores o las respuestas para hacerle frente al aburrimiento de una manera creativa sin terminar dando tumbos o haciendo cosas sin sentido”( Teresa Belton, investigadora de la universidad East Anglia, Reino Unido).   

 

El futuro de nuestro país y de todos los países está en sus ni;nos. Ese futuro será promisorio si les damos las oportunidades de crecer en su formación como profesionales y en su yo interno, sin tanta prisa. Regalemos más experiencias de vida y menos juguetes en estas navidades. Compartiendo con ellos nuestro tiempo. Y estaremos construyendo una nueva sociedad de  hombres y mujeres felices.

Dr. Marcos Díaz Guillén
Santo Domingo
República Dominicana.

jueves, 18 de noviembre de 2021

EL DENGUE Y LA INFLUENZA

 

El dengue y la influenza son dos virus que afectan a los humanos y que conviven con nosotros, como también parece que lo hará el SARS-Cov-2 responsable de la enfermedad que conocemos como COVID-19. Por lo tanto, y porque estamos en medio esta pandemia, hay que pensar en estos virus para que no nos pasen desapercibidos.  

 

Todo adulto o niño que presente fiebre, dolor de cabeza, escalofríos, dolores musculares, cansancio, tos y mal estado general, en estos tiempos debemos pensar en COVID-19. Sin dejar de entender que pudiera tratarse de influenza (gripe) o dengue.

 

En el mundo se presentan más de 50 millones de casos de dengue, de los que 500 mil son hospitalizados y 20 mil mueren cada a;no. Y los CDC calcularon que en la temporada 2018-2019 hubo 29 millones de casos de influenza, 13 millones de consultas, 380 mil hospitalizaciones y 28 mil muertes por gripe.

 

Con excepción del SARS-Cov2 que afecta a todas las clases sociales, el dengue es una enfermedad del subdesarrollo y la pobreza. Y si bien en los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM 2000-2015) se consiguieron algunos progresos, muchos de esos objetivos son todavía una tarea por cumplir en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas para el periodo 2015-2030.

 

El acceso a la educación, a la salud, a la alimentación y al agua potable son objetivos que todavía no se han podido lograr. Si la gente tuviera acceso al agua corriente, a bañarse, y no tuviera que almacenar este líquido, los criaderos de mosquitos, el dengue y muchas otras enfermedades no existirían en los países de nuestra América y otros del llamado tercer mundo. Aunque reconozcamos que mucho se ha logrado, y no como quisiéramos, si comparamos los indicadores de salud y educación actuales con los que teníamos en décadas pasadas.

 

La tasa mundial de mortalidad en los ni;nos menores de 5 a;nos disminuyó en más de la mitad, reduciéndose de 90 a 43 muertes por cada 1000 ni;nos nacidos vivos entre 1990 y 2015.

 

Sin embargo, la gran tarea de los gobiernos y las clases sociales más favorecidas es, sacar a sus gentes de la ignorancia y la pobreza, y protegerlas de las enfermedades y las muertes que son prevenibles. Como la única manera de salir del atraso y alcanzar el desarrollo de que tanto se habla.

Dr. Marcos Díaz Guillén

pediatra-neonatólogo

Santo Domingo

República Dominicana.

 

 

 

 

domingo, 14 de noviembre de 2021

LA GRIPE: UNA AMENAZA QUE ACECHA

 La gripe ha sido y será una amenaza de enfermedad y muerte hoy más que nunca en medio de la pandemia COVID-19. Si a un niño, a un adolescente o a un envejeciente lo agarra una “gripe mala” en estos tiempos, las probabilidades de complicación y muerte son mucho más altas.

 

¿Quiénes deben vacunarse y cuándo? Todas las personas a partir de los 6 meses de edad, preferiblemente entre octubre y noviembre, pero si no lo pudo hacer en este tiempo, debe hacerlo en cualquier otro momento en el que la vacuna esté disponible. Y, si las vacunas no son suficientes, empecemos por vacunar a los niños más pequeños, a los envejecientes y a toda aquella persona con alguna enfermedad crónica, y a la mujer embarazada. Porque sabemos, que el embarazo debilita las defensas naturales de la mujer haciéndola más susceptible de enfermar y complicarse, y porque vacunándola a ella estamos protegiendo además a la criatura que está por nacer.

 

Los pediatras nos damos cuenta muy temprano de esta amenaza y, sin ánimo de alarmar, debemos informar, que en las últimas semanas estamos viendo en la consulta más niños y a sus padres con síntomas que corresponden a una infección por el virus de la gripe, una enfermedad para la que ya disponemos en el país de una vacuna.

 

Si bien debemos reconocer que la vacuna no va a proteger al 100% de los vacunados, lo cierto es que, a mayor número de niños y adultos vacunados, menor será el riesgo de que se origine un brote epidémico. “El virus de la gripe o influenza es impredecible y puede producir serias complicaciones en niños sanos, pero en los que han sido vacunados, las probabilidades de tener que ser internados son mucho menores” (Flor M. Muñoz, MD, FAAP y miembro del Comité de Enfermedades Infecciosas de la AAP).

 

La OMS desde hace tiempo viene advirtiendo de otra posible gran epidemia de gripe. Esta organización anunció en marzo 2019 la estrategia 2019-2030 para proteger a las personas en todo el mundo de la amenaza que representa esta enfermedad y cuyos objetivos son: prevenir la gripe estacional, evitar que la enfermedad se propague de los animales a las personas, y tomar las medidas para minimizar los efectos de una próxima pandemia por gripe. Vacunarnos todos debe ser la consigna.

Marcos Díaz Guillén
pediatra-neonatólogo
Santo Domingo
República Dominicana.

jueves, 4 de noviembre de 2021

YA SÍ LLEGÓ EL MOMENTO DE VACUNAR A LOS MENORES

 

El viernes 29 de octubre, 2021 la Food and Drug Administration (FDA) de los EE.UU. autorizó la vacuna COVID-19 Pfizer-BioNtech, como la primera para ser administrada a ni;nos entre los 5 y 11 a;nos de edad, luego que ésta vacuna demostrara producir una respuesta inmune comparable a la que se ve en personas entre los 16 y 25 a;nos y una eficacia del 91 %. Además, sin efectos secundarios adversos diferentes a los que ya conocemos en otros grupos de edades. Fue lo que defendimos los pediatras y la Sociedad Dominicana de Pediatría al afirmar que antes de vacunar a los ni;nos de menor edad, debíamos esperar las investigaciones y recomendaciones de los expertos, porque sabíamos que nuestros ni;nos no debían ser vacunados con las vacunas disponibles de adultos.

 

La vacuna es necesaria en todos los ni;nos, porque estos, pueden ser portadores sin síntomas, que pueden transmitir el virus a los adultos y, porque ellos mismos pueden enfermarse y morir, particularmente aquellos con condiciones especiales: asmáticos, diabéticos, cardiópatas, con cáncer etc. que cuando enferman, corren el mismo riesgo que los adultos mayores.

 

Era necesario, prudente y fiel a la metodología científica, esperar ver cuáles efectos secundarios a corto plazo podía producir la vacuna en una persona que como el niño está en pleno desarrollo y crecimiento de su sistema cardiovascular y pulmonar, su cerebro, sistema inmunológico etc.

 

También, era necesario saber que la dosis para ni;nos pequeños, debía ser una tercera parte de la dosis de adulto. Saber que se necesitan por el momento solo dos inyecciones con tres semanas de separación entre una y otra. El tipo de aguja y en qué establecimiento ponerla. ¿Habrá centros especiales para ellos? ¿Se vacunarán en las escuelas y colegios? ¿Quién firma y da el consentimiento?, por todo eso, había que esperar.

 

Con la autorización del uso de emergencia de la vacuna COVID-19 a ni;nos más pequeños. Toca ahora al gobierno a través del Ministerio de Salud Pública adquirir estas vacunas en las dosis recomendadas para esas edades, establecer la logística que más convenga al país e iniciar esta importante tarea que es responsabilidad de todos.

 

Con el aval de las agencias que siempre han regulado la importante tarea de vacunar a los ni;nos en todo el mundo, las autoridades, los padres y los pediatras tenemos la mejor de las garantías.

Dr. Marcos Díaz Guillén

pediatra-neonatólogo

Santo Domingo

República Dominicana.