Recientemente, vi una entrevista que le hizo Eduard Punset en su programa
Redes a Fernando Gómez-Pinilla, neuro científico de UCLA (Universidad de
California en Los Angeles), hablando sobre el impacto del ejercicio y los
deportes en nuestro cerebro.
“Los investigadores, los médicos y casi todo el mundo reconoce los
beneficios del deporte y la actividad física para prevenir las enfermedades
cardiovasculares y sentirnos anímicamente bien, pero lo que no nos habían
dicho, y que los griegos ya sabían hace siglos (cuerpo sano, mente sana) es,
que el ejercicio físico y los deportes mejoran las condiciones cerebrales
estimulando la memoria y el aprendizaje”. Asunto que debemos tener en cuenta
para saber el tipo de oferta que debemos hacer a nuestros hijos para un mejor
desarrollo.
“Con la actividad muscular llega al cerebro la proteína IGF-1(Somatomedina)
que actúa a éste nivel sobre otra proteína conocida como BDNF (Brain-Derived
Neurotrophic Factor) que originalmente se conoció como factor de crecimiento.
Ésta Proteína, incrementa las conexiones interneuronales y actúa como un neuro
transmisor facilitando la comunicación entre una neurona y otra. Por otra
parte, la ausencia de actividad física se considera como un factor de riesgo
para el Alzheimer, se asocia con enfermedades degenerativas, con la depresión y
la enfermedad bipolar”.
Los beneficios del deporte, de la actividad física y una dieta saludable se
van a ver de inmediato, pero también actuarán en silencio y a largo plazo, en
nuestra vejez, que es cuando más los necesitamos. “Nuestros genes, están ansiosos de ejercicio” (Fdo.
Gómez-Pinilla) y los efectos del mismo se van a heredar. “Si usted tiene buenos
genes, es gracia en parte a la actividad física de sus padres y abuelos, y sus
descendientes se beneficiarán si se sigue esa cadena”. Porque nuestros genes,
son susceptibles de ser modelados conforme nuestro estilo de vida y las
acciones que sobre ellos tenga el medio ambiente. De ahí, que es una
responsabilidad de los padres hacernos imitar por nuestros hijos, haciendo
deporte y actividad física, incentivándolos
a un estilo de vida en movimiento si queremos para ellos un futuro mejor. Porque
si abandonamos nuestro cuerpo al sedentarismo, nuestro cerebro irá detrás en
dirección a ese mismo abandono.
Dr. Marcos Díaz Guillén
pediatra-neonatólogo
Santo Domingo,
República Dominicana