“Los campamentos juveniles de verano pueden cumplir un rol importante en la vida de los niños ya que contribuyen a su desarrollo social, emocional y físico y, para que conozcan actividades nuevas, desarrollen sus relaciones y mejoren sus habilidades sociales y emocionales” (CDC).
Un sector de la población que
ha sufrido las consecuencias de estar encerrado frente a una pantalla que poco
le enseña y que le aburre, son los niños. Amenazados esta vez, de no poder
asistir al esperado campamento de verano. Y, ¿Qué opina usted doctor? – Que
estoy de acuerdo con el campamento a pesar de las circunstancias. Advirtiéndole,
que quizás ahora en nuestro país no sea el momento más adecuado, pero que valdría
la pena intentarlo, probablemente más adelante y, respetando siempre las recomendaciones
que respecto de los campamentos de verano nos hacen los expertos.
Que a todo niño o joven se
le exija su tarjeta de vacunación al día, en esta ocasión con las dos dosis de
la vacuna contra la COVID-19, si ya ha cumplido los 12 años. También a
profesores, entrenadores, padres y organizadores. La práctica constante de las
estrategias de prevención: utilización de los espacios al aire libre, higiene y
limpieza de los espacios y los utensilios, la existencia de agua corriente
permanente, lavado frecuente de las manos, utilización no compartida de las
pertenencias y, el uso de mascarillas a los campistas que no han completado sus
dos dosis de vacuna.
Los campistas,
organizadores, entrenadores y profesores, deben ser organizados en grupos donde
las personas sean siempre las mismas, sin mezclarse con otros grupos en la
medida de lo posible. La designación de una persona (proveedor de salud)
responsable de dar las instrucciones y recibir las inquietudes y reportes
diarios respecto al COVID-19 y que los campistas tengan identificada a esa
persona. Mantener un contacto directo con los padres y tutores e identificar la
causa de las ausencias si se presentaran. Estas y otras recomendaciones que por
asunto de espacio no podemos detallar, son solo un complemento que no pretende
reemplazar las leyes, reglamentos y las normas sanitarias del país.
Todos los adultos alrededor de los niños debemos vacunarnos y vacunar a nuestros hijos. Hagamos más corto el camino que les devolverá de nuevo a la escuela, al campamento y al juego, para que puedan ser personas libres y felices.