martes, 8 de junio de 2021

Vacunas COVID-19 para todos los ni;nos

 

Si bien es cierto que los niños en su mayoría son afectados menos severamente por el SARS-Cov-2, muchos han fallecido, y han sido el medio de contagio para los adultos que están a su alrededor.

 

 Millones de niños con alguna condición de salud: asmáticos, cardiópatas, diabéticos, falcémicos, enfermos renales etc. si se contagian con el nuevo coronavirus, tienen los mismos riesgos que los adultos de agravarse y morir. Por lo tanto, también los niños deben ser vacunados.

 

Los Centros para el Control de Enfermedades de los EE.UU.(CDC) recomiendan que todas las personas a partir de los 12 años se vacunen contra la COVID-19 para protegerse ellos mismos y a las personas que están a su alrededor.

 

Vacunar al mayor número de personas en un país es imprescindible para propiciar la inmunización de rebano, detener la pandemia y evitar la aparición de mutaciones y nuevas variantes. Porque a mayor tiempo de un virus circulando en una población, mayores son las probabilidades de que estos fenómenos se produzcan.

 

En mayo 2021 los CDC informaron que las vacunas contra COVID-19 en los niños son seguras y efectivas. Que se administran bajo el monitoreo de seguridad más estricto de la historia en los EE.UU. Que una vez que el niño ha recibido la primera dosis de la vacuna Pfizer-BioNTech, tres semanas después deberá recibir una segunda dosis. Que no es cierto que la vacuna pueda producir la enfermedad y, que el niño puede ser vacunado contra la COVID-19 y otras vacunas el mismo día sin necesidad de esperar dos semanas entre una vacuna y otra.

 

Tanto el niño como el adulto puede presentar alguna reacción contra la vacuna del COVID-19 y contra cualquier otra vacuna como dolor e inflamación local, cansancio, cefalea, escalofríos, dolores musculares y fiebre; y esto es una señal normal de que su cuerpo está creando protección. Síntomas que casi siempre son transitorios, y que van a variar de una persona a otra.

 

Lo que debe quedar claro en los padres y la población es, que los beneficios de la vacuna siempre serán muy superiores a sus efectos secundarios.

 

Saludamos como buena y válida la estrategia de las autoridades de nuestro país de disponer de las vacunas Pfizer para proteger a nuestros niños y adolescentes. Ojalá pudiera ser igual para las embarazadas, otro sector de la población tan vulnerable.

Dr. Marcos Díaz Guillén

pediatra-neonatólogo

Santo Domingo

República Dominicana.

 

 

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