El dengue y la influenza son dos virus que afectan a los
humanos y que conviven con nosotros, como también parece que lo hará el
SARS-Cov-2 responsable de la enfermedad que conocemos como COVID-19. Por lo
tanto, y porque estamos en medio esta pandemia, hay que pensar en estos virus para
que no nos pasen desapercibidos.
Todo adulto o niño que presente fiebre, dolor de cabeza,
escalofríos, dolores musculares, cansancio, tos y mal estado general, en estos
tiempos debemos pensar en COVID-19. Sin dejar de entender que pudiera tratarse de
influenza (gripe) o dengue.
En el mundo se presentan más de 50 millones de casos de
dengue, de los que 500 mil son hospitalizados y 20 mil mueren cada a;no. Y los
CDC calcularon que en la temporada 2018-2019 hubo 29 millones de casos de
influenza, 13 millones de consultas, 380 mil hospitalizaciones y 28 mil muertes
por gripe.
Con excepción del SARS-Cov2 que afecta a todas las clases
sociales, el dengue es una enfermedad del subdesarrollo y la pobreza. Y si bien
en los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM 2000-2015) se consiguieron
algunos progresos, muchos de esos objetivos son todavía una tarea por cumplir
en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas
para el periodo 2015-2030.
El acceso a la educación, a la salud, a la alimentación y
al agua potable son objetivos que todavía no se han podido lograr. Si la gente
tuviera acceso al agua corriente, a bañarse, y no tuviera que almacenar este
líquido, los criaderos de mosquitos, el dengue y muchas otras enfermedades no existirían
en los países de nuestra América y otros del llamado tercer mundo. Aunque reconozcamos
que mucho se ha logrado, y no como quisiéramos, si comparamos los indicadores
de salud y educación actuales con los que teníamos en décadas pasadas.
La tasa mundial de mortalidad en los ni;nos menores de 5
a;nos disminuyó en más de la mitad, reduciéndose de 90 a 43 muertes por cada
1000 ni;nos nacidos vivos entre 1990 y 2015.
Sin embargo, la gran tarea de los gobiernos y las clases
sociales más favorecidas es, sacar a sus gentes de la ignorancia y la pobreza,
y protegerlas de las enfermedades y las muertes que son prevenibles. Como la
única manera de salir del atraso y alcanzar el desarrollo de que tanto se
habla.
Dr. Marcos Díaz Guillén
pediatra-neonatólogo
Santo Domingo
República Dominicana.
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