viernes, 14 de junio de 2024

EL CALOR: SU IMPACTO EN LOS NIÑOS, ENVEJECIENTES Y PERSONAS CON TRASTORNOS MENTALES

 

 A pesar de lo esencial que es el agua para los seres humanos, nuestro cuerpo, no tiene la A capacidad de almacenarla y la pierde por la orina, por las evacuaciones, por el sudor y por el solo hecho de respirar. Y, con el calor excesivo los mecanismos que mantienen el equilibrio normal de perdida y ahorro de agua se pueden alterar.

 

La actividad física y el deporte con el calor sofocante que nos afecta, en una estación de verano que ni siquiera ha llegado, con pre escolares y escolares que muy pronto estarán fuera de las aulas vacacionando o asistiendo a campamentos de verano, es algo a tomar muy en cuenta para evitar accidentes y preservar la salud de nuestros niños.

 

 Padres y los responsables de campamentos de verano, deberán evitar deportes y actividad al aire libre entre las 10 de la mañana y las 3 de la tarde, recomendar el uso de ropa ligera, disponer de frutas y agua suficiente para tomar, de sombra y/o aire acondicionado en las horas más calientes y evitar así el “golpe de calor” que se manifiesta por: mareos, desvanecimiento, pulso rápido y débil, respiración difícil, pérdida de la conciencia y convulsiones, eventos  que pudieran ocurrir al darse al mismo tiempo la exposición a altas temperaturas y la deshidratación.

 

 Los envejecientes: que muy comúnmente padecen de alguna condición de salud preexistente, y a los que, les recomendamos algún tipo de actividad física, que no dejen de hacerla y que tengan en cuenta las mismas recomendaciones. Porque los adultos mayores, son tan sensibles al calor como los niños. Que dejen a un lado al menos por un tiempo el uso de la estufa, el horno y la cocina, el lugar más caliente de la casa.

 

 Otro grupo: los que sus familias y el Estado no les han dado la oportunidad de tener una vida digna: el esquizofrénico, el indigente, el de la calle, el olvidado, el que no existe. Personas atrapadas en la drogadicción. Los bipolares, con de déficit de atención, y otros que, no tienen claro, no saben qué hacer o no entienden cómo el calor extremo pudiera impactar negativamente en su salud. Porque nadie ha tenido hacia ellos solidaridad o compasión, aproximaciones que todos, sin excepción, necesitamos en algún momento de nuestras vidas. 

Marcos Díaz Guillén

pediatra-neonatólogo

Santo Domingo

República Dominicana.

 

 

 

   

 

 

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