Por fin llegó la buena noticia de que en el congreso de
la república se aprobó la ley de tamizaje neonatal, una necesidad que venía
planteando desde hace muchos años la Sociedad Dominicana de Pediatría y que no
había manera de que se aprobara. La ley, es una herramienta de prevención y
tratamiento de enfermedades congénitas que diagnosticadas y tratadas oportunamente
beneficia a nuestros niños.
Hay que destacar el apoyo de los doctores Lía Díaz y
Bautista Rojas Gómez, senadores por la provincia de Azua y Hermanas Mirabal
respectivamente (ambos pediatras) y el senador por San José de Ocoa José
Antonio Castillo, personas claves para que hoy dispongamos de esta Ley. Y que, deberán
seguir siendo activistas para que se logre pasar la ley de vacunas que también
espera por su aprobación.
El tamizaje neonatal es una prueba que, tomando unas
gotas de sangre del talón del bebé recién nacido podemos diagnosticar
enfermedades congénitas y hereditarias (más de 40) conocidas como “errores
innatos del metabolismo “. Muchas de ellas no dan síntomas en los primeros
días, semanas, meses y hasta años, pero que están ahí, produciendo el daño que
luego se va a manifestar por retraso cognitivo, intelectual, mental y físico. Y
que, conociéndolas desde muy temprano, podemos evitar esos daños que pueden
corregirse administrando la proteína que el organismo del niño no produce, con
fármacos o eliminando algunos componentes de la alimentación.
En principio, nuestra ley va a diagnosticar las
enfermedades congénitas más frecuentes, lo que no deja de ser un avance y son
estas: 1) Hipotiroidismo congénito 2) Fenilcetonuria 3) Galactosemia 4)
Fibrosis quística 5) Hiperplasia suprarrenal congénita 6) Deficiencia de
biotinidasa 7) Hemoglobinopatías y 8) Deficiencia de glucosa 6 fosfato
deshidrogenasa.
Es oportuno señalar que, los médicos, directores y jefes
de servicios del hospital infantil Robert Reid Cabral desde hace muchos años fueron los primeros en
interesarse en que estas pruebas se realizaran en el país sin ninguna respuesta
del Estado dominicano que debe velar por la salud de nuestros niños; y que el
Laboratorio de Amadita Pitaluga de González fue de los primeros en anunciar la
realización de estas pruebas a nivel privado en el país.
Es probable, que ahora necesitemos de un reglamento para
aplicar esta ley. Que no sea esta necesidad una excusa y tengamos que esperar
años para su aplicación, cuando todos sabemos que, no hay reglamento que esté
por encima de una ley promulgada sin que caigamos en la ilegalidad propia de
países en los que el derecho a la salud, en los hechos, solo interesa a muy
pocos.
Marcos Díaz Guillén
pediatra-neonatólogo
Santo Domingo
República Dominicana.
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