Escuchar ciertos sonidos sobre todo el sonido color
blanco, rosado o el marrón nos ayudan a relajarnos y a dormir mejor. Claro, que
existen otras variables a tomar en cuenta como pueden ser el calor o frío de la
habitación.
El ruido o sonido blanco mejora el sueño, porque ayuda a
ocultar ruidos del exterior como las bocinas de los automóviles, los ladridos
de los perros etc. Es un sonido fijo, continuo y monótono como el producido por
el aire acondicionado, que ha sido considerado como un sonido blanco, cuando
realmente es un sonido azul o rosa. El sonido rosado oculta muy bien los ruidos
molestosos, porque mezcla varias frecuencias para escucharse de manera uniforme
como el que oímos al caer la lluvia, el desplazamiento de las aguas del río o
el sonido de las olas del mar.
El sonido como la luz tiene sus colores y matices, algo que
conocen muy bien los ingenieros de sonido y otros especialistas, que al ser
percibidos por el cerebro humano pueden repercutir de manera positiva o
negativa. Debemos saberlo, porque lo estamos sufriendo en nuestras ciudades con
un alto grado de contaminación sónica. Contaminación que puede ser
sustancialmente reducida y que está en manos de las autoridades solucionarlo, con
medidas coercitivas y educando a la población. También, es deber de cada munícipe
si de verdad queremos vivir en un país y ciudades más amigables.
Un estudio reciente, aunque es limitado, informa, que los
sonidos blanco y rosado pueden producir algunos beneficios en niños con Déficit
de Atención e Hiperactividad (ADHD/Attention Deficit and Hyperactivity Disorder).
Porque despiertan al cerebro, dice el experto e investigador en ADHD y coautor
Joel Nigg, PhD, de Oregon Health & Science University, en Portland. “El
sonido provee estimulación al cerebro sin darle información y no lo distrae,
por lo tanto, puede tener un efecto beneficioso en los casos de ADHD y en el
tratamiento de personas con zumbidos de oídos o tinnitus”.
En los tiempos del conocimiento y la investigación que
estamos viviendo, en los que, la medicina y la neurociencia nos revelan lo frágiles
que somos. Es nuestro deber empezar por respetar nuestro hábitat y la
biodiversidad. Porque nuestras experiencias diarias, pueden ser agresiones que
van a activar o desactivar nuestros genes para modificarse y enfermarnos. Entonces,
estamos llamados a educarnos para cambiar a un estilo que nos permita vivir en
un ambiente libre de tóxicos. Entre estos, el ruido. Y los fármacos que nos tomamos
e inyectamos innecesariamente.
REFERENCIA:
Can Pink Noise Enhance Sleep and Memory? MEDPAGE TODAY, Thursday, May 23, 2024.
Marcos Díaz Guillén
pediatra-neonatólogo
Santo Domingo
República Dominicana.
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