El Centro de Investigación
y Políticas para Enfermedades Infecciosas (CIDRAP) reportó el primer día de
agosto/2019 que más de 1, 300 personas fueron diagnosticadas con dengue en solo
24 horas en un solo hospital de Bangladesh esta semana; el peor brote de dengue
en la historia de ese país sudasiático. Y, de acuerdo al periódico The
Telegraph del Reino Unido, al menos 41 personas han fallecido por esta
enfermedad desde enero a la fecha. Bangladeh, ha tenido 15, 000 casos este año,
5, 000 más que el año 2018 en ese mismo periodo, y, más de 10, 000 se han
producido entre junio y julio/2019. Associated Press (AP) informa que Nicaragua
también ha reportado un número record. Y de 55, 000 casos al menos sospechosos
de dengue, 8 pacientes han fallecido.
En R.D. estamos ante un
nuevo brote epidémico de dengue. Y, más allá de la presión mediática para que
se diga cuál es la cifra real de muertos, en muchos casos no se dispone de las
evidencias médicas y serológicas que los amparen. Entonces, carecería de todo
rigor científico diagnosticar muertes solo tomando en cuenta los signos
clínicos en una enfermedad que como el dengue simula a muchas otras. Pero, si se
están produciendo muertes en medio de un brote epidémico, lo correcto sería
pensar que la causa es esa enfermedad, y que los fallecidos por dengue son
realmente más que los reportados oficialmente.
Sin dudas, hay muchas muertes por dengue en
R.D. cuando se espera que menos del 1% muera por esta enfermedad. ¿Por qué?
Porque el dengue es una enfermedad de la pobreza, y nosotros somos un país
pobre, que ha crecido en aspectos materiales, pero que aún es pobre en
educación y salud pública, porque históricamente, esto no ha sido la prioridad.
Porque la gran mayoría de nuestra población no dispone de agua corriente en sus
casas, la almacenan y lo hacen mal. Porque no existe un control sistemático y
permanente del mosquito transmisor. Y, porque lamentablemente, gran parte del
personal médico en nuestros hospitales públicos y privados aún no conoce la
fisiopatología y evolución propia de la enfermedad y, el paciente se nos muere
consciente, hablando con nosotros, sin darnos cuenta que se nos metió en shock
por dengue.
Referencia: Center for Infectious Disease Research and
Policy (CIDRAP). News Scan for august 01, 2019. CDC.
Dr. Marcos Díaz Guillén
pediatra-neonatólogo
Santo Domingo
República Dominicana.
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