El labio leporino es un defecto congénito relativamente frecuente. Es la
separación del labio superior del niño que muchas veces se acompaña de otra
malformación, el paladar hendido. Esto último, es una grieta o hendidura en el
paladar que comunica la boca con la cavidad nasal. ¿Son éstos defectos ahora,
más frecuentes que en tiempos pasados?, eso, no lo sé, ¿está el medio ambiente
o nuestra alimentación interfiriendo en nuestros genes, para que esto suceda?,
tampoco lo sé, son elucubraciones y preguntas dejadas al aire.
Estas malformaciones hace décadas sorprendían a los padres en el momento
del nacimiento. Actualmente, gracias a las nuevas técnicas de imágenes, estos
defectos se diagnostican antes que el bebé nazca. Los padres se preparan para
proporcionarle a su hijo una adecuada alimentación y una solución quirúrgica a corto
plazo. Hace años, al niño se le corregía el defecto, los actos quirúrgicos se
repetían, los costos eran muy altos, y los resultados no eran tan buenos.
El doctor Court Cutting profesor de cirugía plástica(retirado) y director
del programa de labio leporino y paladar hendido del Instituto de Cirugía
Plástica y Reconstructiva del Centro Médico de la Universidad de Nueva york, ha
revolucionado la corrección quirúrgica de estas malformaciones con un
procedimiento conocido como Nasoalveolar Molding Technique (NAM) o técnica de moldeamiento Nasoalveolar.
Es un procedimiento que utiliza stents o dispositivos nasales atados a la
cavidad bucal, con el fin de moldear el cartílago nasal y demás estructuras y
tejidos adyacentes en su conjunto en una posición normal y fisiológica. Este
manejo prequirúrgico lo que persigue es, reducir la deformidad oro-nasal
elongando los tejidos antes de la cirugía. Es un abordaje muy temprano, en el
período neonatal, preparando la anatomía para una corrección quirúrgica más
fisiológica, funcional y estéticamente satisfactoria.
En nuestro medio, hay y habrá excelentes profesionales para poder ofrecer
estos mismos servicios. Como los hay en Guatemala, en la cirugía cardiovascular
pediátrica gracias a los aportes hechos a su país por el profesor Aldo Castañeda.
Y, como lo está haciendo Cedimat en el diagnóstico y tratamiento en cirugía
cardiovascular de adultos y pediátrica. Porque para desarrollarnos en la
medicina y en sentido general como nación, es necesario trabajar para conseguirlo.
Lamentarnos permanentemente no es suficiente.
Dr. Marcos Díaz Guillén
pediatra-neonatólogo
Santo Domingo
República Dominicana
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