viernes, 14 de marzo de 2025

SARAMPIÓN

 

El sarampión, que estaba olvidado gracias a las vacunas, es hoy, junto a otras, una enfermedad reemergente en países ricos y pobres. Con los antivacunas a la cabeza, la desinformación, la negación de la investigación científica y muchos otros intereses, grupos poblacionales en distintos países se han vuelto reticentes a vacunarse, generando un problema nuevo de salud pública que tiende a expandirse.   

 

El sarampión, es un virus respiratorio muy contagioso que produce una enfermedad eruptiva y febril, sin circulación sostenida en los EE.UU. desde el año 2000, debido a la buena vigilancia epidemiológica y a la amplia cobertura vacunal que hay en ese país.

 

Cuando la persona se enferma por sarampión, solo nos queda tratar sus complicaciones: neumonía, encefalitis, ceguera, sordera, discapacidad intelectual y muerte. Que pueden evitarse con dos dosis de la vacuna combinada Sarampión, Rubeola, Papera (MMR), que se compra o se adquiere de manera gratuita en los EE.UU. y la R. D.

 

El último caso autóctono de sarampión, es decir, que no fue traído desde fuera, se identificó en la R. D. en el año 2001. En el año 2011 se reportaron dos casos importados de sarampión en la provincia La Altagracia de turistas procedentes de Italia y Francia. En el año 2016 el país se declaró libre de la circulación del virus del sarampión, y cada año, la R. D. evidencia el estatus de eliminación mediante la emisión de un informe-país que describe las acciones de seguimiento y reverificacion realizadas para su sostenibilidad, para hoy, no tener nuestro país ni un solo caso demostrado de sarampión. Lo que hay que reconocer como una labor de primer orden de la División de Enfermedades Inmunoprevenibles del Ministerio de Salud Pública. Un ejemplo de lo que debe ser la continuidad en los programas y las políticas de Estado. Pero que, no deberían limitarse a un solo ministerio o a una de sus dependencias.  

 

Lo que está pasando en los EE.UU. en los últimos tiempos con brotes de sarampión en Alaska, California, Georgia, Kentucky, New Jersey, New York, Rhode Island y Texas, a nosotros no debe alarmarnos, pero sí ponernos más alertas y fortalecer la vigilancia en puertos, aeropuertos, la frontera con Haití y las zonas de gran flujo turístico. Que la población por fin entienda que, las vacunas han salvado y siguen salvando vidas. Que debemos vacunarnos y seguir vacunando a nuestros niños. Como lo hacíamos antes, confiados en la medicina, en los médicos y la ciencia. Reconociendo que, en estos tiempos, hay intereses, malicia y desinformación que no existían antes; y que debemos tener la suficiente perspicacia para identificarlos. 

Marcos Díaz Guillén

Pediatra de la República Dominicana.     

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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