Los dispositivos modernos de imágenes en un hogar cuyos padres no tienen
claro su rol, pueden ser perjudiciales. ¿Son el televisor, el ipad y los
teléfonos inteligentes dañinos?, pienso que no, lo dañino es, su uso
irresponsable, darle a estos aparatos la función de un “bobo o chupete” para
que el niño se esté tranquilo.
Debemos insistir recordando, que los expertos de la Academia Americana de
Pediatría han recomendado que los padres no expongan a sus niños a estos
equipos antes de los dos años de edad, y cumplida esa edad, lo hagan por no más
de 30 minutos al día. Porque las pantallas, usadas en exceso, más que activar su desarrollo motriz y
cognitivo, lo que consiguen dicho en buen dominicano es, “amemarlos”. Y, ¿Qué les favorece más?, relacionarse con su
medio ambiente, la naturaleza, con todo lo que le rodea y las demás personas.
Los videos juegos usados discrecionalmente, pueden ayudar al niño a
“manejar grandes flujos de información, a lidiar con el error y la equivocación
de una manera sana, le enseñan aprender a perder” (Roberto Balaguer, psicólogo,
investigador y educador de la República del Uruguay). Es el gran desafío para
los padres y las instituciones educativas: “pensar en enseñar a partir de
soluciones gráficas, es un cambio de paradigma, es enseñar a pensar a partir de
imágenes y no a partir de ideas” (Mónica Stillo, consultora en comunicación,
innovación y desarrollo, Universidad ORT, Uruguay).
Todo esto viene a ser una problemática nueva si pensamos que el ipad
apareció en el año 2010. Por lo que habrá que esperar para poder tener más
conclusiones basadas en más evidencias que nos digan cómo la tecnología está
afectando al niño del siglo XX1. Sin embargo, ya se han producido talleres en
muchas ciudades de los EE.UU. donde se les preguntó a los educadores, si habían
notado cambios en el comportamiento de los estudiantes en los últimos 5 años
atribuibles al uso de esta tecnología. Y, sus respuestas fueron: que los niños
son menos perseverantes y estables, ponen menos atención, hablan de fantasías,
tienen menos control motriz, tienen menos contacto visual, están perdiendo su
habilidad para manejar el lápiz, prefieren dormir junto a su aparato, sus escritos
se refieren a fantasías, son menos observadores y les llama poco la atención su
medio ambiente, disfrutan poco los espacios abiertos y son poco respetuosos de
los adultos y de las demás personas.
Esto es algo serio a tener muy en cuenta, porque si bien es cierto que la
tecnología nos está abriendo nuevos y mejores horizontes, no podemos permitir
que esa tecnología, dañe la capacidad del niño de admirar todo lo que le rodea,
la naturaleza y su belleza, la poesía, las artes, el deporte, su familia, y
mucho menos a perder el respeto por sus semejantes.
Dr. Marcos Díaz Guillén
pediatra-neonatólogo
Santo Domingo
República Dominicana
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