miércoles, 25 de octubre de 2017

Cambio climático y la salud del niño

Según la OMS más del 88% de la carga de morbilidad atribuible al cambio climático se da en niños menores de 5 años de edad. En ésta línea, la Academia Americana de Pediatría (AAP) ha hecho una declaración política que vincula el cambio climático con la salud, desarrollo, bienestar y la nutrición infantil. Entendiéndose, que ha llegado el momento de emprender a nivel personal, local, nacional y global, una estrategia donde los políticos, la sociedad y las organizaciones especializadas iniciemos un programa de educación en niños y adultos para la prevención de las calamidades que el cambio climático representa: desastres naturales, estrés por el calor, la mala calidad del aire que respiramos, el ruido y su impacto en nuestra audición, el aumento de las infecciones infantiles, el incremento de las enfermedades respiratorias entre estas el asma, y las amenazas respecto al suministro de agua y alimentos a la población.

Es una evidencia médica que los niños son más vulnerables a las enfermedades consecuencia del calentamiento global: malaria, dengue, Zika, Chikungunya, virus del Nilo Occidental, enfermedad meningocócica y diarreas amebianas. Esperándose, que para el 2030 se sumarán cerca de 50 mil muertes más por diarrea en niños menores de 15 años en los países más pobres.

Samantha Ahdoot del Consejo para la Salud Ambiental de la AAP afirma, “que los pediatras tienen un largo historial a propósito de políticas sociales que protejan la salud y el bienestar del niño, y, ahora entienden el reto que implica el cambio climático a nivel global para el futuro de la salud infantil”.  Y reconoce,  que la AAP fue una de las primeras asociaciones que llamó la atención sobre éste tema en el año 2007 advirtiendo sobre el impacto de éste fenómeno en la salud del niño en todo el mundo.

Desde el 2007, el impacto del cambio climático sobre la salud infantil se ha clasificado en tres categorías. Eventos Primarios: Condiciones extremas del clima que colocan al niño en mayores riesgos de vulnerabilidad a las infecciones, secuelas de enfermedades mentales y calor extremo, asociados a un aumento de la morbilidad. Eventos Secundarios: efectos sobre la salud mediados por cambios en la ecología que incluyen, alteración en el patrón de las enfermedades infecciosas, con más enfermedad de Lyme en los EE.UU. y el incremento en la aparición de las enfermedades diarreicas en los países más pobres de Asia y África. Cambios en la calidad del aire con más enfermedades respiratorias, alergias y asma. Y, Eventos Terciarios a gran escala, como es el impacto social de la  escases de agua y alimentos con desplazamientos humanos y conflictos étnicos y migratorios que están teniendo efectos catastróficos en la salud y bienestar del niño a nivel global.

La AAP y los pediatras del mundo abogan por un nuevo movimiento en salud pública para educar, promover y colaborar con los líderes locales y nacionales en relación a los riesgos que el cambio climático plantea para la salud humana, con especial interés en la salud infantil. Una buena estrategia, una manera responsable de ejercer la política al servicio de la sociedad.
Dr. Marcos Díaz Guillén
pediatra-neonatólogo
Santo Domingo
República Dominicana



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