La música no
solo influye en nuestro sistema auditivo, sino también en otras estructuras de
nuestro cuerpo incluyendo aquellas responsables del movimiento, el lenguaje, la
atención, la memoria y las emociones. No existe otro estimulo en la tierra que
atrape tan fuertemente nuestro cerebro como lo hace la música afirma Brian
Harris neurólogo certificado y musicoterapeuta en Harvard Spaulding
Rehabilitation Hospital. Y, esta activación generalizada nos sucede cuando
oímos la música que nos gusta, tocamos un instrumento musical o simplemente
cuando cantamos en la ducha o paseando en el carro (Julie Corliss, Executive
Editor, Harvard Heart Letter. June 07/2018).
Se sabe, que
la actividad física mejora la función del endotelio en nuestros vasos
sanguíneos, y que esto es fundamental en
todo programa de rehabilitación cardiaca. “Pero nunca antes, se habían
hecho estudios sobre el efecto de la música en la salud del corazón humano”.
“Escuchar música, en especial la que nos gusta, mejora la función del endotelio
vascular de nuestras arterias y basta con 30 minutos diarios para comenzar a
ver los resultados en dos o tres semanas. El efecto es aún mayor si al mismo
tiempo se hace algún ejercicio”. El beneficio de la música se debe, a la
activación del Oxido Nítrico derivado del endotelio vascular a través del
estímulo que la música ejerce sobre nuestro cerebro que responde con liberación
de dopamina, un neuro transmisor presente en diversas partes de nuestro cerebro
que mejora el comportamiento, la cognición, la actividad motora, la motivación
y recompensa.
Años antes, un
estudio presentado en la Sociedad Europea de Cardiología había medido cómo la
música actúa sobre unos marcadores en el endotelio vascular, que es la capa
interna que cubre nuestros vasos sanguíneos, produciendo Oxido Nítrico y otras
sustancias vasodilatadoras que impiden que nuestras arterias se estrechen (Pilar
Quijada, reporte actualizado ABCsociedad, 01/sept./2013).
Así es que si
usted quiere un corazón sano, entre otras acciones saludables, póngase sus zapatos
deportivos y sus audífonos y ejercítese al menos 30 minutos al día. En tres
semanas su corazón comenzará a agradecérselo, y sus hijos, que aprenden mejor
con su ejemplo que con sus palabras, también se lo agradecerán.
Dr. Marcos Díaz Guillén
pediatra-neonatólogo
Santo Domingo
República Dominicana
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