En
el polvo doméstico que respiramos hay sustancias químicas que actúan como
disruptores endocrinos, es decir, que pueden alterar la función normal de las glándulas
y sus hormonas en nuestro cuerpo, y los niños son los más perjudicados. “Estas
sustancias químicas promueven el desarrollo de células de grasa y la obesidad
en la edad pediátrica”. Christopher Kassotis y su grupo de investigadores de la
escuela de medio ambiente de la Universidad de Duke, Durham, North Carolina,
EE.UU. publicaron recientemente en la reunión anual de la Sociedad de
Endocrinología de ese país, su investigación en la que vinculan a esos químicos
presentes en el ambiente doméstico a la salud metabólica de los niños.
En
esta investigación encontraron, que alrededor de 70 productos químicos tenían
una relación muy significativa con el desarrollo de células grasa inducido por
el polvo doméstico y, 40 químicos se relacionaron con el incremento de
precursores de grasa y el sobre peso. En los adultos, esos químicos interfieren
además con la función de la hormona tiroidea y su relación con un mayor índice
de masa corporal; lo que sugiere que el medio ambiente casero puede jugar un
rol importante en la salud humana muy particularmente en los niños, ya que la
exposición temprana y a largo plazo en esta etapa del desarrollo puede ser
potencialmente más disruptiva en ellos que en los adultos. “Constantemente
hemos observado los efectos del polvo casero inhalado en concentraciones tan
bajas como menos de 10 microgramos, y, en el caso de los niños, se estima que
consumen entre 60 y 100 miligramos diarios, más de mil veces esa cantidad”.
En conclusión, podemos decir, que tanto las investigaciones
anteriores como las recientes evidencian que el polvo que se acumula en
nuestros hogares contiene cantidades apreciables de químicos que son
disruptores endocrinos que dañan nuestra salud, principalmente la de nuestros
hijos. Que esas sustancias provienen de jabones y otros detergentes, pinturas y
cosméticos. Que la industria fabricante debiera replantearse la elaboración
esos productos y, que los padres procuremos que nuestros hijos pasen más tiempo
al aire libre, en contacto con la naturaleza, disfrutando nuestra biodiversidad
la que cada día deberíamos proteger más.
REFERENCIA:
Disruptores Endocrinos, ENDO/2019/New Orleans.
Dr.
Marcos Díaz Guillén
Pediatra-Neonatólogo
Santo
Domingo
República
No hay comentarios:
Publicar un comentario