Cuando una droga es ilegal, la autoridad no puede
establecer normas de pureza y calidad sobre ella. En la calle, esa droga puede
ser adulterada con un alto riesgo de producir serios daños a la salud.
En clubes y fiestas, se usan drogas ilegales a
modo recreacional tales como el Éxtasis, el Ácido Lisérgico (LSD) y otras, cuyos
daños a la salud son bien conocidos. Y la mariguana, droga también ilegal, que ha
sido legalizada para su uso recreacional en algunos países y que los niños la
pueden adquirir como bizcochos, galletas y helados.
La mariguana afecta la corteza pre frontal,
que es la zona del cerebro que controla la toma de decisiones. Un área del
cerebro humano que hasta los 20 años no se ha desarrollado completamente.
La mariguana,
además, afecta regiones cerebrales que controlan la memoria, el aprendizaje, la
atención, la coordinación, las emociones y la respuesta a los estímulos. Esta
droga, ha sido la responsable de tantos accidentes en jóvenes que han conducido
vehículos bajo sus efectos, como también sucede con el alcohol.
La mariguana, es la materia prima en la
fabricación de algunos fármacos para el control del dolor insoportable que
producen algunas enfermedades. En pediatría el Epidolex, es un fármaco a base
de mariguana para controlar las convulsiones que no responden al tratamiento
convencional que vemos en el síndrome de Dravet y otras enfermedades
neurológicas. El Marinol (Dronaminol) y el Sativex (Nabiximols) son otros dos
productos provenientes de la mariguana conocidos y aprobados para el uso
medicinal en las náuseas, vómitos, mareos y dolor severo en diferentes tipos de
cáncer y enfermedades invalidantes. Entonces, la mariguana para el uso en
medicina, en fármacos científicamente elaborados y autorizados deberá ser
bienvenida.
Sin embargo, en el uso recreacional de la
mariguana sabemos, que es una droga peligrosa particularmente en niños y
jóvenes y que en ellos puede ser el primer paso para experimentar con drogas
más pesadas. Los médicos sabemos, que cuando una persona necesita de una droga
para poder recrearse y sentirse bien, es un indicador de que en esa persona
algo anda mal, que necesita de la ayuda profesional y de su familia. Sabemos
también, que no hay que ser un profesional para entender que, en el uso
recreacional de la mariguana y otras drogas, existe la manipulación más ruin de
las debilidades humanas, y un negocio que maneja miles de millones de dólares.
Marcos Díaz Guillén
pediatra-neonatólogo
Santo Domingo
República Dominicana.
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