En zonas
endémicas, y nuestro país lo es, cualquier paciente que presente signos o
síntomas neurológicos acompañados de fiebre, debería hacer pensar en el dengue
como una posible causa. Y, los médicos que recibimos a estos pacientes, debemos
estar alertas para reconocer las manifestaciones poco usuales de esta virosis.
Quiero
compartir con el lector una experiencia. Se trata de una niña, una lactante de
tres meses y medio de edad, que llegó a la consulta con historia de dos días de
fiebre que al inicio era baja, pero que se fue incrementando. Estaba
alimentándose al seno, pero la madre notó que lo hacía con menos vigor y la
veía triste y algo quejumbrosa. Al examen físico, la niña estaba apagada,
febril y con la fontanela (mollera)
anterior tensa y abultada. Este cuadro clínico encajaba perfectamente en una
meningitis.
Se pidieron
todas las pruebas de laboratorio, se realizó una punción lumbar y de inmediato
se inició el tratamiento para meningitis bacteriana.
Cuando
llegaron los primeros resultados del laboratorio, estos no concordaban con
nuestro diagnostico de presunción. A las 24 horas de ingresada, pedimos una
prueba rápida para dengue (antígeno NS1), la que resultó positiva. Retiramos
los antibióticos e instauramos el protocolo para la prevención del shock por
dengue que es lo que agrava y mata a los pacientes. Al sexto día de su ingreso,
la niña fue dada de alta en muy buenas condiciones, y el diagnostico definitivo
fue, dengue con signos de alarma y meningismo.
El dengue se
puede presentar de múltiples formas, desde casos que pasan inadvertidos,
síndrome febril inespecífico, y shock por dengue. Menos usualmente con signos y
síntomas neurológicos. En nuestra niña, los síntomas neurológicos comenzaron a
las 48 horas de iniciada la fiebre, y no se trataba de una encefalitis o
meningitis, sino de un caso de dengue con meningismo. Esto último no es más,
que una irritación de las meninges, sin infección de las mismas.
La enseñanza
que aprendimos fue, que debemos reconocer que el dengue es una enfermedad que
se presenta de múltiples maneras. Que cada año es una causa de muerte en niños
y adultos, y que no debemos esperar solo sus manifestaciones clásicas para
diagnosticarlo. Porque entre las muchas de sus formas, puede presentarse de una
manera inusual con compromiso del sistema nervioso central.
Dr. Marcos Díaz Guillén
pediatra-neonatólogo,
Santo Domingo,
República Dominicana
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