Doctor, mi
niño debe tener las defensas muy bajas, no hay virus que no se le pegue,
indíqueme algo para subir sus defensas.
Para “subir” las defensas de nuestro sistema inmune,
existen muchos productos, la mayoría sin utilidad, representando solo un gasto
innecesario de recursos. Las madres deben saber, que el niño a menor edad,
tiene un sistema inmunológico insuficiente. Es por eso que se conocen en
medicina las llamadas “enfermedades propias de la infancia”. En sus primeros
dos años de vida, el niño es susceptible de adquirir un catarro por mes, y más,
si está en un maternal, situación que irá mejorando hasta llegar a los cinco o
seis años de edad, cuando el niño se comportará casi igual que el adulto. Lo
importante es, que esté al día en su programa de vacunas. Sin embargo, hay
cosas que podemos hacer para favorecer el fortalecimiento de nuestro sistema
inmunitario. Lo primero, alimentar del seno materno a todo niño por lo menos en
sus primeros seis meses de vida, lo ideal sería todo su primer año.
Otra manera es,
actuar sobre algunos factores externos que ayudarán al sistema inmunitario tanto
del niño como del adulto: Evitar el humo
del tabaco, el uso excesivo del alcohol, no contribuir a la contaminación
ambiental, aprender a manejar el estrés, evitar el sedentarismo, y realizar
actividad física moderada como una rutina diaria. Actuando sobre estas
variables, se pueden fortalecer nuestras defensas.
La
alimentación: Juega un papel de primer orden, porque el ser humano es un
reflejo de lo que come, y la mayoría de sus enfermedades, no son más que el
resultado de sus malos hábitos alimentarios. Si nuestra alimentación es
inadecuada, insuficiente o excesiva, nuestro sistema inmunitario se va a
debilitar.
El sueño: Es
fundamental para fortalecer y elevar nuestro sistema inmunológico. Los niños
deberán dormir 12 horas por la noche y los adultos un mínimo de seis, mejor si
son ocho. Muchas hormonas se liberan
durante el sueño nocturno, entre ellas la hormona del crecimiento, y,
las células de las defensas naturales se producen en mayor número mientras
dormimos.
Higiene:
Debemos mantener una buena higiene general, beber suficiente agua y cuidar
nuestra piel como una buena barrera que es contra las infecciones.
Concluyendo se
puede decir, que la mejor medicina para el fortalecimiento de nuestro sistema
inmunitario está a nuestro alcance, haciendo una vida sana de hábitos saludables.
Aprendiendo a
manejar el estrés, evitando los
medicamentos innecesarios y tratando de vivir la vida con optimismo a pesar de
las dificultades. Amar y servir. Son los mejores estimulantes para el
fortalecimiento de nuestro sistema de defensas naturales. El fármaco, en éste
aspecto del desarrollo humano, significa algo menos que nada.
Dr. Marcos Díaz Guillén
pediatra-neonatólogo
Santo Domingo
República Dominicana
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