domingo, 10 de noviembre de 2013

Vacuna de la influenza: Un valor agregado

La comunidad médica reconoce las ventajas de vacunar a partir octubre de cada año, y antes de iniciarse el invierno, contra la gripe o influenza. Las epidemias sufridas por la humanidad nos han alertado en ese sentido. Dicha vacuna debe ponerse a los niños desde los seis meses de edad y también a los adultos, particularmente a los envejecientes y a toda persona con alguna enfermedad crónica de base, porque la gripe en estos pacientes, se puede complicar y puede matar. Pero resulta, que dicha vacuna no solamente protege contra la gripe, sino, que parece tener otro valor agregado.

“La vacuna contra la influenza, puede prevenir eventos cardiovasculares al evitar la ruptura de las placas ateroscleróticas y otras formas de daño cardiaco en pacientes vulnerables, y representa una terapia de protección con una simple vacuna una vez al año”(JAMA, Journal of the American Medical Association, octubre 23, 2013).

Un meta análisis y revisión sistemática de las base de datos” Medline”,” Embase” y “Cochrane” (1946 – agosto, 2013), comparando la vacuna de la influenza versus placebo en pacientes con alto riesgo de enfermedad cardiovascular, destaca su eficacia y seguridad en los eventos cardiovasculares. Y, estudios aleatorios, cinco de ellos ya publicados y uno sin publicar, en los que se incluyeron 6, 735 pacientes con una edad promedio de 67 años, 51.3% mujeres, 36.2% de ellas con historia cardiaca, la vacuna de la influenza, se asoció a un riesgo más bajo de sufrir eventos cardiovasculares.

Estudios previos sugieren, que la enfermedad  estacional por influenza y virus relacionados, es determinante en la aparición de eventos vasculares trombóticos en pacientes con enfermedad coronaria conocida y estable.  Se sugiere, que existe una fuerte relación inversa entre la vacuna de la influenza y el riesgo de la aparición de eventos cardiovasculares fatales y no fatales.

La comunidad médica mundial y sus instituciones especializadas recomiendan desde el año 2006, la vacunación universal de la influenza a los pacientes en riesgo o con enfermedad cardiovascular, como una forma de protección contra las potenciales complicaciones de éste virus  en estas personas.


En resumen, se puede afirmar, que la vacuna contra la influenza estacional anual de invierno, debe aplicarse a todos los niños a partir de los seis meses de edad. Pero además, a toda persona de más de 65 años aunque esté sana, y a todo aquel, con alguna condición crónica como hipertensión arterial, asma, diabetes, enfermedad coronaria o renal etc. Con más rigor ahora que se ha sugerido que dicha vacuna tiene el valor agregado de disminuir la incidencia de accidentes cardiovasculares y cerebrales.
Dr. Marcos Díaz Guillén
pediatra-neonatólogo
Santo Domingo
República Dominicana

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