El
estreptococo agalactiae conocido como Estreptococo del Grupo B (EGB), es una bacteria que se
encuentra habitualmente en el intestino delgado del ser humano, no va más allá,
porque es destruido por la bilis. En algunos casos no sucede así, y la bacteria
sigue su camino hacia el intestino grueso y el recto. Por la cercanía del recto
con la vagina en la mujer, el estreptococo puede pasar facilmente a los
genitales femeninos y a sus vías urinarias.
Y, si la mujer está embarazada, esto puede ser muy grave por el riesgo
de contaminar al feto en su paso por el canal del parto, y la posibilidad de producir
en él una infección neonatal severa.
En muchos
países, se han elaborado protocolos para ser aplicados en la mujer embaraza,
con el objetivo de minimizar en el niño la aparición de esas infecciones. En España a requerimiento de la Sociedad
Española de Ginecología y Obstetricia, es obligatorio a toda mujer embarazada,
tomarle muestra de su secreción vaginal entre las 35 y 37 semanas de gestación,
algunos obstetras también la toman del recto para más seguridad. Si dicha
muestra es negativa, no se toma ninguna medida. Pero si la muestra sale
positiva para el EGB, a esa mujer, desde que inicia su labor de parto se le
administra penicilina intravenosa cada 4 o 6 horas, hasta que se produzca el
nacimiento del bebé.
Un protocolo
similar, es recomendado en los EE.UU. por los Centros de Control de
Enfermedades (CDC). Los expertos de
estos Centros además aseguran, que la sola presencia del EGB en la orina de la
mujer embarazada, independientemente de su concentración, es un indicador de
una gran colonización genital. En otras palabras, si el EGB aparece en las vías
urinarias de la mujer embarazada, eso quiere decir, que dicha bacteria está
presente en mayor concentración en sus genitales.
El EGB se
encuentra comúnmente en el adulto y en los niños mayores y por lo general no
produce enfermedad importante. No así en
el recién nacido, en el que puede producir una infección en su sangre conocida
como septicemia, neumonía, meningitis etc., con todas sus secuelas neurológicas
y psicomotoras, y los gastos que esto supone para la familia o para el Estado,
ya que estos niños, suelen pasar mucho tiempo en la unidad neonatal de cuidados
intensivos.
En resumen,
podemos decir, que el obstetra en el hospital público o privado, deberá hacer
cultivos vaginal y/o rectal a la mujer embarazada entre las 35 y 37 semanas de
gestación. Si crece el EGB o estreptococo agalactiae, al momento de esa mujer
dar a luz, el médico tiene la obligación de poner el antibiótico todo el tiempo que dure la labor hasta el
final del parto. Así, estará evitando a la familia y al Estado muchos gastos.
Y, lo más importante, el nacimiento de un niño gravemente enfermo y todas sus
consecuencias.
Dr. Marcos Díaz Guillén
pediatra-neonatólogo
Santo Domingo
República Dominicana
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