La dieta tiene una fuerte influencia en la flora bacteriana de los seres
humanos. Está bien establecido que se requiere de una buena colonización de
bacterias en nuestro intestino para el desarrollo normal de nuestro sistema
inmune.
El Macaco Rhesus, es un mono que ha convivido siempre con el hombre, y
gracias a él, se han realizado importantes investigaciones médico-científicas.
El antígeno Rhesus o Rh de la sangre humana fue identificado primero en su
sangre. Y, fue el primer animal en viajar al espacio, incluso antes que el
hombre.
Macacos Rhesus alimentados al seno y otros con biberón, desarrollaron flora
intestinal y sistema inmune diferentes. Es el resultado de un estudio realizado
por un grupo de investigadores de la Universidad de California en Davis, y
publicado en Science Translational Medicine, septiembre 03/2014. Es un estudio
pequeño, pero muy elocuente, que abre las puertas para investigaciones más
amplias.
Si bien es cierto que los investigadores esperaban que dietas diferentes
generaran tipos de bacterias diferentes en el intestino (microbiota), se
sorprendieron al ver como dramáticamente dichas bacterias fortalecían el
desarrollo del sistema inmune. Además observaron, que los Macacos alimentados
al seno produjeron más células T con memoria inmunológica y más células T
Helper (TH17) reconocidas porque matan muchos microbios productores de
infecciones como es la Salmonella y otros patógenos. “Hemos visto desarrollarse
dos tipos diferentes de sistema inmune: Uno en animales alimentados al seno y
otro diferente en aquellos alimentados con formula” (Dennis Hartigan –O´Connor
profesor de microbiología e inmunología de la Universidad de Davis y científico
del California National Primate Research Center).
Investigaciones previas han demostrado la relación entre la leche del seno,
la microbiota y el desarrollo del sistema inmunitario del ser humano. También
se sabe, que los azúcares de la leche materna estimulan el crecimiento de un tipo
específico de bacterias buenas a muy temprana edad. Este nuevo estudio es, un
paso importante para comprender cómo estas piezas son partes de un sistema muy
bien estructurado que nos defiende de las infecciones y nos prepara incluso
para responder al estímulo de las vacunas que recibimos. Es una evidencia más
para que todas las madres decidan amamantar a sus hijos. Porque amamantar es,
la manera más tierna y responsable de decir TE AMO.
Dr. Marcos Díaz Guillén
Pediatra-Neonatólogo
Santo Domingo, República Dominicana
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