La anemia falciforme es una enfermedad genética producida por la herencia de dos genes mutantes de la hemoglobina, un gen del padre y el otro de la madre. Laenfermedad es muy común en África y en descendientes de la India, Arabia Saudita o los países del mediterráneo. Las migraciones y mezcla de razas, son los responsables del incremento de esta enfermedad en el continente americano y en todo el mundo.
Si en una pareja, solo uno de los padres es el portador del gen falcémico, el niño que nazca de esa pareja podría ser un simple portador, y no se le debe llamar falcémico como ocurre en nuestro medio. Si ambos padres son portadores del gen, el 25% de sus hijos, es decir, uno de cada cuatro, nacerá con la enfermedad.
Más de 500 niños mueren a diario por las complicaciones de la falcémia, debido a la falta de acceso a un diagnóstico temprano y a un tratamiento oportuno, convirtiéndose la enfermedad en un problema invisible de salud pública global.
No hay dudas que en las últimas décadas se han experimentado progresos si comparamos los 12 millones de niños que murieron sin haber cumplido los 5 años de edad en el año 1990, con los 6 millones que fallecieron en el año 2015. Pero aún hay mucho por hacer e invertir para bajar estas cifras, y para que todos los niños falcémicos del mudo se integren a un estilo de vida más saludable y normal.
Si con los Objetivos de Desarrollo del Milenio se obtuvieron avances en la salud de nuestros niños, la realidad es, que los esfuerzos y fondos se han concentrado en un pequeño número de enfermedades transmisibles: polio, HIV/SIDA, tuberculosis y malaria.
A medida que las naciones hacen la transición hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible que auspicia la ONU, sus agendas deberían incluir a la anemia falciforme y otras enfermedades no transmisibles en sus programas de salud pública. Y, en el caso específico de la anemia falciforme, crear los programas de identificación de portadores, de las parejas en riesgo de tener hijos afectados, consejería genética, diagnóstico prenatal, educación sanitaria a toda la población, y el compromiso de los estados miembros de mejorar sustancialmente las condiciones socio-económicas de sus pueblos.
Fuente: OMS, 59ª. Asamblea Mundial de la Salud, 24 de abril/2006. Patrics T. McGann: Time to Invest Sickle Cell Anemia as a global Health Priority. Pediatrics, may/2016.
Dr. Marcos Díaz Guillén
Pediatra-Neonatólogo
Santo Domingo, República Dominicana
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