Nuestro
sistema inmunológico nos protege de muchas enfermedades, pero a veces, este
sistema se disloca y se convierte en un atacante de nuestras propias células y
tejidos, para dar paso a la aparición de lo que conocemos como enfermedades
autoinmunes.
La mayoría de
las enfermedades que padecemos por no decir todas, se piensa que están
predestinadas por la carga genética que heredamos. Sin embargo, nuestros genes
pueden ser alterados, activados o inactivados por nuestro estilo de vida y por
los estímulos a que esos genes son sometidos por el medio ambiente; y, un
estímulo puede ser la alimentación. Nuestro intestino es parte importante de un
sistema digestivo que comienza en la boca y que termina en el ano, una larga
estructura anatómica que pone en contacto el medio ambiente con nuestra
biología y fisiología a través de los alimentos que ingerimos.
El intestino
humano puede ser en ocasiones el lugar donde se desencadenan una serie de
enfermedades conocidas como autoinmunes: esclerosis múltiple, diabetes mellitus
tipo 1, lupus, artritis reumatoidea, enfermedades de la tiroides, enfermedad de
Crohn y muchas otras.
En una extensa
investigación a través de todo el país entre1989 y 2006 y analizada hasta el
año 2012 en todos los niños y adolescentes nacidos en Dinamarca, investigadores
de esa nación estudiaron 930, 977 individuos donde el 48.7% fueron del sexo
femenino. El registro médico danés captó a todos los pacientes internados y
ambulatorios diagnosticados con desordenes de la alimentación asociados a
enfermedad autoinflamatoria y a la enfermedad autoinmune. Encontraron una alta
relación entre desordenes de la alimentación y la enfermedad autoinmune. Un 36%
se relacionó a la anorexia nervosa, 73% a bulimia nervosa, y otro 72%
relacionada a trastornos de la alimentación no específicos. Concluyendo que:
“las enfermedades autoinflamatorias y autoinmunes, están asociadas a trastornos
o desordenes de la alimentación. Y, que entender los desordenes de nuestro
sistema inmunológico en la etiología y patogénesis de los trastornos de la
alimentación, podrían apuntar a nuevos objetivos en el tratamiento de estas enfermedades
en el futuro”.
Somos lo que
comemos. Y esto plantea un nuevo reto diagnóstico y de tratamiento médico en
muchas de las dolencias que padece el ser humano. ¿Nacemos con una
predisposición genética para que tengamos que padecer y morir de una determinada
enfermedad irremediablemente? Mucha gente piensa que no, porque existen
sobradas evidencias científicas para pensar que una alimentación racional,
natural y saludable, puede cambiar la vida de las personas para vivir más y
mejor.
REFERENCIA: Stephanie Zerwas and Cols. “Eating Disorders,
Autoimmune, and Autoinflammatory Disease”.
Pediatrics, december/2017, Volume 140/ ISSUE 6. Accepted, august 16/2017.
Dr. Marcos Díaz Guillén
Pediatra-Neonatólogo
Santo Domingo, República Dominicana
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