La navidad es
una fiesta de la familia que debería girar en torno al niño, para que éste
aproveche todo lo positivo que la ocasión le puede aportar para su crecimiento
emocional ¿o no es un nacimiento lo que
se festeja? Debemos aprovechar la fecha para que el niño se sienta más
integrado al grupo familiar y pueda tener un mejor sentido de identidad y
pertenencia que le proteja de la soledad y la tristeza. En éste tiempo solemos
ser más solidarios y pensamos más en las necesidades de los otros. Si lo
hacemos con actitud sincera, el niño lo va a captar facilmente, haciendo suyos
unos valores que le acompañarán por toda
la vida.
El arbolito:
hagamos un esfuerzo y aprovechemos esta oportunidad única, y sin importar si el
arbolito es rico o pobre, logremos que el niño en su familia, junto a sus
padres, haga de este momento un evento que no olvidará y que cada año esperará
con ilusión.
Generosidad:
para éste tiempo, nos agrada hacer regalos y donaciones, una oportunidad para
incluir al niño induciéndole a que regale algunos de sus juguetes o
pertenencias a otros niños que él entienda que son más necesitados, creando en
nuestro hijo una actitud de solidaridad y compasión que le acompañará siempre.
Creyentes o no, no hay dudas que el
nacimiento de un niño revolucionó al mundo. Que la historia de ése nacimiento y
de los reyes magos son parte de nuestra cultura que nuestros niños conocen muy bien. Entonces ¿Por qué negarles
esa oportunidad si les hace tanta ilusión al menos a los más pequeños? ¿Qué nos
importa que más tarde descubran lo que tengan que descubrir?
Y si bien no
es malo que los adultos celebremos a nuestro estilo las fiestas de navidad, recordemos
que es una fiesta en torno al niño. Que no debemos convertirla en una fiesta
estresante, del consumismo y la vulgaridad. Porque eso también el niño lo
aprende.
Dr. Marcos Díaz Guillén
pediatra-neonatólogo
Santo Domingo
República Dominicana
Dr. Marcos Díaz Guillén
pediatra-neonatólogo
Santo Domingo
República Dominicana
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