Antes que las vacunas
contra COVID-19 estén disponibles para niños menores de los 16 años es
necesario completar los ensayos cínicos, igual pasa con las embarazadas, aunque
sabemos que han nacido niños contagiados por el SARS-Cov2, cuestión que aún no
está muy clara.
Los fabricantes de vacunas
reconocidos internacionalmente tienen que regirse por estándares muy estrictos
y, como en los estudios clínicos que se hicieron para validar la eficacia de
estas vacunas no incluyó a embarazadas ni a personas menores de los 16 años, es
por ello que no se puede vacunar todavía a menores de esa edad y a las embarazadas.
Sin embargo, los expertos están trabajando al respecto, porque se sabe que el
embarazo debilita el sistema inmunológico de la mujer haciéndola susceptible de
enfermar, agravarse y morir más fácilmente que la mujer no embarazada. Hasta
hace pocos años a la embarazada solo se le inyectaba con el toxoide tetánico
para evitar el tétano en ella y en su niño, sin embargo, de manera rutinaria
además del tétano ya se le vacuna contra la influenza, la difteria y la
tosferina como una manera efectiva de protección.
Si bien es cierto que a
los niños pequeños la COVID-19 les da más ligero, con pocos síntomas y a veces
sin ellos, esta enfermedad se comporta igual de grave y mortal en niños menores
y de cualquier edad que al mismo tiempo tienen enfermedades crónicas como,
anemia falciforme, fibrosis quística, renales, leucemias, cardiopatías
congénitas y muchas otras, y a estos niños también hay que protegerlos.
Científicos y expertos están trabajando para que en un futuro cercano niños de
todas las edades y las embarazadas puedan vacunarse contra la COVID-19.
La gente común debe saber que las vacunas se
autorizan para el uso en los seres humanos después que se agotan procesos y
estudios clínicos muy rigurosos. Que la comunidad científica mundial está
haciendo estudios para que se pueda autorizar una vacuna segura en una
población tan susceptible como las embarazadas y los niños más pequeños, que no
fueron parte de los estudios para autorizar las vacunas que ya se están
administrando contra la COVID-19. La gente común debe saber, además, que
cualquier enfermedad que podamos prevenir con una vacuna, dicha vacuna debería
ser administrada, porque hoy más que nunca, estos productos biológicos son más
seguros.
Dr. Marcos Díaz Guillén
pediatra-neonatólogo
Santo Domingo
República Dominicana.
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