Según
los Centros para el Control de Enfermedades (CDC) de los EE.UU. más de 54
millones de niños de 0 a 19 años fueron tratados en las salas de emergencia de
ese país por lesiones o accidentes entre 2001 y 2006 y 73, 052 murieron
por esas causas.
Hay que tener siempre una vigilancia estrecha de las
actividades diarias de nuestros niños y redoblarlas en estos días de asueto de Semana Santa. Tiempo que
mucha gente aprovecha, y está muy bien que lo hagan, para irse al campo, a
ríos, piscinas y playas.
Sin ánimo de asustar y más bien como una
alerta, recordamos a los padres, no perder de vista a sus niños. A todos. Pero
con mayor atención a los más pequeños, que son los más curiosos, los que más
inventan, los que desaparecen en milésimas de segundos, los que nos ciegan sin
darnos cuenta y los más sensibles al sol, al enfriamiento y al golpe de calor. No
dejar la responsabilidad de vigilancia, que es nuestra como padres en manos de
terceros. Porque son esos pequeños el mejor regalo que hemos recibido y los más
vulnerables. Y porque han sabido ahogarse en el más mínimo reservorio de agua.
Como otra responsabilidad, páguele a su niño (a) unas clases y enséñele
a nadar, porque entre otras razones, vivimos rodeados de agua.
Para toda la familia: es aconsejable, que usemos algún
protector solar, que nos bañemos a las horas menos fuertes, antes de las 10 de
la mañana o sobre las 4 de la tarde en playas y piscinas seguras y limpias. Que
los más pequeños permanezcan en los brazos de sus padres y los que no saben
nadar, que dispongan de algún dispositivo salvavidas. Aun así, ojos con ellos.
Tampoco permitir que los niños por debajo de los 3 a 4 años
vayan solos a la mesa, sin una supervisión, porque el atragantamiento por
alimentos es una causa de muerte más frecuente en los más pequeños.
Todo lo dicho, no debe verse como un motivo de mayor
preocupación o una camisa de fuerza que pueda desnaturalizar el objetivo, que
es, disfrutar en familia los días de asueto, un fin de semana o unas
vacaciones. Es sencillamente, llamar la atención para evitar situaciones de dolor y tristeza en los momentos especiales que hemos decido pasar juntos.
Marcos Díaz Guillén
pediatra-neonatólogo
Santo Domingo
República Dominicana.
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