Una vez recibidas las dos primeras dosis de vacuna contra
la COVID-19, una tercera dosis de refuerzo está recomendada 5 meses después.
Una cuarta dosis, recientemente fue autorizada, pero no a todos los vacunados,
sino, a personas sobre los 50 años de edad, a adultos con condiciones especiales, y a aquellas personas
que sin importar su edad tengan un sistema inmunológico deprimido por un
cáncer, por alguna medicación o alguna otra condición o enfermedad crónica. Ponerse
una cuarta dosis creyendo que a más vacunas más protección, no está autorizado
y tiene sus riesgos.
Igual que en las demás vacunas conocidas contra otras
enfermedades, las personas estarán mejor protegidas contra una infección por el
virus que produce la COVID-19 cuando están al día con sus vacunas. Porque está bien
evidenciado, que tienen pocos riesgos de enfermarse gravemente, de ser
hospitalizados, terminar en cuidados intensivos o morir.
Los CDC de los EE.UU. recomiendan que toda persona sobre
los 12 años reciba su refuerzo contra COVID-19 una vez hayan cumplido con el
esquema de vacunación primario y solo aplicar una cuarta dosis en los casos que
ya hemos mencionado, preferiblemente, con las vacunas autorizadas que son la de
Pfizer-BioN Tech y Moderna, aunque pudiera elegirse la vacuna de Johnson and
Johnson en algunos casos.
¿Me puedo considerar completamente vacunado, aunque no
haya recibido el refuerzo? Si. Por definición usted está completamente vacunado
si recibió las primeras dosis iniciales o primarias, aunque no haya recibido
ningún refuerzo, y eso, no ha cambiado. Sin embargo, una tercera dosis ha sido
autorizada, porque hay evidencias de que los efectos protectores de las vacunas
pueden ir disminuyendo con el tiempo.
Algo que debe quedar claro es que, por el momento, una
cuarta dosis no es necesaria, con excepción de las personas envejecientes,
inmunosuprimidas o con alguna morbilidad, haciéndose siempre, con criterios
médicos. Porque sobre vacunar innecesariamente puede inducir a nuestro sistema
de defensas a trabajar sin descanso, a extenuarse, y convertirse en un arma
incapaz de responder cuando más la necesitemos.
La decisión de una cuarta dosis de vacuna contra la COVID
-19 y de tener que vacunarnos cada año
si fuese necesario, debemos dejarla en manos de los científicos e
investigadores, y en las instituciones que desde hace muchas décadas han estado
trabajando en vacunas. No debe ser una decisión personal, política o administrativa.
Marcos Díaz Guillén
pediatra-neonatólogo
Santo Domingo
República Dominicana.
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