Las Conferencias de las Partes (COP) es el órgano supremo
de la Convención de las Naciones Unidas para el cambio climático. Esta
asociación de países miembros o de las partes, se reúne todos los años durante
dos semanas para tratar el tema del cambio climático que enfrenta el planeta.
Desde COP-1 celebrada en Berlín, 1995, pasando por
distintas conferencias en Kioto, Bali, Copenhague, Cancún, Durban, Doha, Lima,
París, Marrakech, Bonn, Katowice, hasta la última COP-27 celebrada en Sharm
el-Sheij, Egipto, noviembre 2022. Para concluir casi tres décadas después con
la creación de un “Fondo de Pérdidas y Daños “para ayudar a los países más afectados y vulnerables.
“Cada año, billones de toneladas de CO2 y metano, las dos
fuentes principales de efecto invernadero, se emiten a la atmósfera como
consecuencia del uso de energía fósil y el transporte”, con muy poca
intervención de los países industrializados para detenerlo. Mientras tanto,
niños, jóvenes y envejecientes, respiramos un aire cada día más sucio y
contaminado.
“Los incendios y oleadas de calor son cada día más
intensos afectando al feto in útero, con un alto riesgo de nacer prematuro,
bajo peso, con estrés por calor y muertes neonatales. Y, más de 10 millones de
niños en la actualidad, están siendo desplazados por problemas relacionados con
el cambio climático”.
El niño, respira mucho más en relación a su peso corporal
que el adulto y la estrechez de sus vías aéreas los predispone mucho más al
broncoespasmo, al asma y a las alergias al respirar un aire cada día más cargado
de alergenos y partículas contaminantes. Las necesidades nutricionales y de
agua son más grandes en los niños que en los adultos, y los niños, más que los
adultos, son vulnerables a las enfermedades transmitidas por vectores cuya
ecología está siendo transformada por el cambio climático.
El calentamiento global pone en graves riesgos la salud
de la vida animal y vegetal, la salud de las personas y principalmente la de
los niños. Por lo tanto, los objetivos deberían ir dirigidos a salvar el
planeta para salvar a la gente. En evitar la insalubridad, la contaminación, la
enfermedad y la muerte. No a paliar los daños que las grandes potencias parecen
estar en disposición de seguir produciendo.
REFERENCIA:
New England Journal of Medicine, November 3, 2022. Based on Climate Change,
Fossil-Fuel Pollution and Children’s Health. By F. Perera and K. Nadeau, June
16, 2022.
Marcos Díaz Guillén
pediatra-neonatólogo
Santo Domingo
República Dominicana.
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