domingo, 4 de diciembre de 2022

CLIMA, POLUCIÓN Y SALUD INFANTIL

 

Las Conferencias de las Partes (COP) es el órgano supremo de la Convención de las Naciones Unidas para el cambio climático. Esta asociación de países miembros o de las partes, se reúne todos los años durante dos semanas para tratar el tema del cambio climático que enfrenta el planeta.

 

Desde COP-1 celebrada en Berlín, 1995, pasando por distintas conferencias en Kioto, Bali, Copenhague, Cancún, Durban, Doha, Lima, París, Marrakech, Bonn, Katowice, hasta la última COP-27 celebrada en Sharm el-Sheij, Egipto, noviembre 2022. Para concluir casi tres décadas después con la creación de un “Fondo de Pérdidas y Daños “para ayudar a los países más afectados y vulnerables.

 

“Cada año, billones de toneladas de CO2 y metano, las dos fuentes principales de efecto invernadero, se emiten a la atmósfera como consecuencia del uso de energía fósil y el transporte”, con muy poca intervención de los países industrializados para detenerlo. Mientras tanto, niños, jóvenes y envejecientes, respiramos un aire cada día más sucio y contaminado.

 

“Los incendios y oleadas de calor son cada día más intensos afectando al feto in útero, con un alto riesgo de nacer prematuro, bajo peso, con estrés por calor y muertes neonatales. Y, más de 10 millones de niños en la actualidad, están siendo desplazados por problemas relacionados con el cambio climático”.

 

El niño, respira mucho más en relación a su peso corporal que el adulto y la estrechez de sus vías aéreas los predispone mucho más al broncoespasmo, al asma y a las alergias al respirar un aire cada día más cargado de alergenos y partículas contaminantes. Las necesidades nutricionales y de agua son más grandes en los niños que en los adultos, y los niños, más que los adultos, son vulnerables a las enfermedades transmitidas por vectores cuya ecología está siendo transformada por el cambio climático.

 

El calentamiento global pone en graves riesgos la salud de la vida animal y vegetal, la salud de las personas y principalmente la de los niños. Por lo tanto, los objetivos deberían ir dirigidos a salvar el planeta para salvar a la gente. En evitar la insalubridad, la contaminación, la enfermedad y la muerte. No a paliar los daños que las grandes potencias parecen estar en disposición de seguir produciendo.

 

REFERENCIA: New England Journal of Medicine, November 3, 2022. Based on Climate Change, Fossil-Fuel Pollution and Children’s Health. By F. Perera and K. Nadeau, June 16, 2022.

Marcos Díaz Guillén

pediatra-neonatólogo

Santo Domingo

República Dominicana.

 

 

 

 

 

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