jueves, 14 de noviembre de 2024

EL PODER TRANSFORMADOR DE LAS VACUNAS

 

En varios escritos usaré como referencia las publicaciones del Instituto de Salud Global de Barcelona (octubre 31, 2024) para divulgar importante información sobre las vacunas.

 

 En estos tiempos es difícil entender que durante siglos las personas morían en oleadas por epidemias de todo tipo. A mediados del siglo XVIII el embajador británico Edward Wortley y su esposa Mary desfigurada por la viruela llegaron a la ciudad de Estambul.  Mary una mujer muy inteligente observó cómo las mujeres otomanas tomaban un poco del material de las pústulas de la viruela de personas enfermas y lo inoculaban a personas sanas que si enfermaban muy pocas llegaban a morir. Este método llamado variolización se conocía en Asia. De vuelta a Inglaterra Mary se convirtió en una ferviente defensora de esta práctica y de inmediato encontró la oposición de los médicos de la época.

 

50 años después, el Dr. Edward Jenner aplicó el mismo principio, pero con un virus menos agresivo, el de la viruela de las vacas, porque observó que las ordenadoras con lesiones de viruela en sus manos no se enfermaban. Inoculó parte del material de las pústulas de una mujer al hijo de su jardinero quien no enfermó de viruela. Así nacía la primera VACUNA en el mundo.

 

. ¿Por qué para evitar una enfermedad hay que inocular un agente infeccioso? Nuestro sistema inmunitario coordina millones de células para defendernos de agentes extraños sin atacar a nuestras propias células. Cuando en nuestro cuerpo entra una bacteria o un virus, el sistema inmunitario activa las células T capaces de reconocer a esos agentes extraños. Estas células T dirigen la producción de anticuerpos por las células B capaces de reconocer al patógeno y activando a otras células T capaces de reconocer al invasor, aunque esté escondido en una célula.

 

. Las Células T y B no se limitan a matar a los agentes infecciosos, sino, que, producen una memoria para atacar de nuevo si esos patógenos nos volvieran a invadir.

 

. Si el sistema inmunológico nos defiende.

 

. ¿Por qué necesitamos entonces de las vacunas?

 

. Para incrementar la velocidad de acción de nuestro sistema inmunitario que, en condiciones especiales: recién nacidos, envejecientes, VIH, trasplantados y otras circunstancias, tardará en activarse; y mientras tanto, podemos enfermar y morir.

 

. Para ello, disponemos de tres tipos de vacunas: 1) Las de patógenos enteros o fraccionados inactivados o atenuados 2) Vacunas adyuvantes, que contienen alguna sustancia que incrementan la acción inmunitaria y 3) Vacunas que no requieren inocular ningún virus u otro patógeno entero o fraccionado, atenuado o inactivado; son las vacunas RNA mensajero, que lo único que hacen es, llevar las instrucciones a nuestro cuerpo para que éste se encargue de fabricar el anticuerpo específico para esa enfermedad. Un hito en la investigación científica.

 

. ¿Cuánto dura el efecto de las vacunas?

 

. Tanto las vacunas como las enfermedades inducen a una inmunidad y memoria inmunológica. Con una diferencia importantísima: que las vacunas lo hacen sin el riesgo de que podamos enfermar o morir. La meta es LA VACUNACIÓN GLOBAL.

REFERENCIA: Instituto de Salud Global de Barcelona: Comunicaciones del 31 de octubre, 2024.

Una producción de: CAIXAFORUM + en colaboración con ISGLOBAL.

Marcos Díaz Guillén

Pediatra-neonatólogo

Santo Domingo

República Dominicana.


 

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