jueves, 23 de octubre de 2025

NACIMIENTO POR CESÁREA, PREMATURIDAD Y AUTISMO

 

Los Centros para el Control de Enfermedades (CDC) señalan que la prematuridad es un factor de riesgo para la aparición del Trastorno del Espectro Autista (TEA). También lo señala una publicación reciente en la revista Pediatrics. Informándose, además, que, las causas y factores que favorecen esta condición del comportamiento humano son multifactoriales y heterogéneas y que la genética juega un rol importante. A más prematuridad, mayor es el riesgo. Y, aunque los científicos siguen explorando múltiples factores causales y de riesgo, hoy se sabe que existe una relación directa entre el nacimiento prematuro y el autismo.

 

Esta información debemos conocerla en la R.D. país en el que nacer de parto vaginal es la excepción. Aquí, se hacen demasiado cesáreas y los pediatras recibimos muchos niños prematuros nacidos de cesáreas programadas. porque no se espera al término del embarazo, o que la embarazada inicie su labor de parto para realizar una operación que, muchas veces no tiene indicación médica y lo que hace es, aumentar el riesgo de complicaciones en la madre y su niño recién nacido.

 

Se sabe, que los niños prematuros presentan una mayor prevalencia del TEA que la población general, y que las características propias del neurodesarrollo de los prematuros presentan más dificultad para el diagnóstico de autismo, y porque hasta ahora, no existe una revisión completa y sistemática para la detección del TEA en esta población.

 

En la publicación a la que hacemos referencia, se observó una heterogeneidad significativa en los estudios revisados, lo que es una limitante para agrupar los datos e identificar de manera segura el TEA en la población de niños prematuros.

 

Mientras continúan las investigaciones sobre las causas de tantos niños que nacen aparentemente sanos para luego ser diagnosticados autistas; los trabajos y publicaciones internacionales de reconocida solvencia científica coinciden en que la prematuridad es un factor causal a tener en cuenta; para que no se programen cesáreas sin que la madre haya tenido la oportunidad de haber iniciado su labor de parto.

 

Hace más de tres décadas, científicos del Instituto Karolinska en Estocolmo, encontraron que, cuando el niño nace por cesárea sin habérsele permitido experimentar el estrés beneficioso del parto vaginal, tenía más probabilidades de padecer trastornos inmunológicos, asma y leucemia. Encontraron que, al momento del nacimiento por cesárea se activan y se desactivan algunos genes para predisponer a esas enfermedades. ¿No será entonces que tantas cesáreas estén predisponiendo al nacimiento de tantos niños autistas?  Solo la investigación científica podrá darnos la respuesta.

 

REFERENCIA: Screening for Autism in Preterm Children: A Systemic Review. Pediatrics: Volume

156, ISSUE 4. October 2025.

Marcos Díaz Guillén

Pediatra de la República Dominicana.

 

domingo, 12 de octubre de 2025

IMÁGENES MÉDICAS Y EL RIESGO DE CÁNCER INFANTIL

 

 Hace décadas que se conoce la relación de los rayos X y las tomografías con el cáncer infantil si los niños son sobre expuestos a estas radiaciones ionizantes. Pero nunca antes se había publicado como se ha hecho recientemente en el New England Journal of Medicine una investigación tan completa y representativa del tema.

 

Por lo tanto, los rayos X y tomografías computarizadas, solo deberían utilizarse en el niño cuando la exposición a las radiaciones ionizantes está clínicamente justificada y los beneficios para una mejor salud infantil superan los riesgos potenciales. No así con las Imágenes de Resonancia Magnética (MRI), porque esta lo que utiliza son ondas de radio y un campo magnético.

 

La energía de los rayos X es tan potente, que puede separar los electrones de los átomos y moléculas, un proceso que se conoce como ionización, que daña el ADN de nuestras células. Y, aunque la exposición a las radiaciones ionizantes a través de los métodos diagnósticos de imágenes es muy baja, los niños tienen una probabilidad mucho mayor que los adultos de ser afectados, porque su exposición a temprana edad permite que dichas radiaciones se acumulen en el tiempo y generar un cáncer.

 

El estudio citado puede leerse en extenso en la REFERENCIA indicada en este escrito. Se publicó en septiembre 17, 2025 y se realizó en una cohorte de 3.7 millones de niños nacidos entre 1996 y 2016 en seis Sistemas de Salud de los EE.UU. y Ontario, Canadá; hasta el diagnóstico de cáncer o tumor benigno, el fallecimiento, la finalización de la cobertura sanitaria, la edad de 21 años o la fecha 31 de diciembre 2017.

 

Se cuantificaron las dosis de radiaciones en la médula ósea activa obtenidas mediante imágenes y se estimaron las asociaciones entre el cáncer hematológico (cáncer en la sangre) y la exposición a la radiación acumulada en comparación con la ausencia de exposición. Recordándose que, el cáncer de la sangre es el más común en la edad pediátrica.

 

Otras investigaciones incluyendo el estudio europeo EPI – CT han vinculado la Tomografía Axial Computarizada (TAC) a un mayor riesgo de cáncer hematológico con una incidencia de 50% mayor entre los niños sometidos a dos o más tomografías que entre aquellos sometidos solo a una o ninguna exposición.

 

Este extenso y riguroso trabajo de investigación científica, es un llamado a la reflexión al personal sanitario en la era que estamos viviendo de la tecnología y del olvido de las personas.  

 

REFERENCIA: Medical Imagin and Pediatric and Adolescent Hematologic Cancer Risk. Published September 17, 2025. DOI: 10. 1056/NEJMoa2502098 VOL. No. 13

Marcos Díaz Guillén

pediatra de la República Dominicana.