miércoles, 17 de noviembre de 2010

Fumar durante el embarazo y sus nocivos efectos


El hombre lleva más de dos mil años consumiendo tabaco, y a pesar de conocerse desde hace mucho tiempo sus efectos nocivos más de mil millones de personas siguen fumando. La gran mayoría desea dejarlo, muchos lo intentan sin éxito, porque la nicotina es una droga muy adictiva , una vez en la sangre en menos de diez segundos llega al sistema nervioso central golpeando al cerebro como lo hacen la cocaína o los opiáceos.

La mujer que fuma estando embarazada incrementa las probabilidades de dar a luz niños de bajo peso, de tener abortos, niños prematuros , con paladar hendido y labio leporino, niños con déficit de atención e hiperactividad e incluso aumenta la frecuencia del síndrome de muerte súbita del infante.

La nicotina, produce una baja en la concentración del oxígeno que llega al feto de una manera rápida y el monóxido de carbono, que va en el humo inhalado, la produce a largo plazo. Ambos efectos unidos son los responsables de importantes alteraciones en el desarrollo fetal.

El tabaco, no solo afecta al feto sino a todas las personas, las predispone al cáncer del pulmón y a enfermedades coronarias, afecta a la embarazada que ve aumentada las probabilidades de partos prematuros, embarazo ectópico, placenta previa y desprendimiento prematuro de la placenta, complicaciones que condicionan a la realización de cirugías con todas sus consecuencias.

Si la mujer ya fuma, el embarazo es el mejor momento para dejar de hacerlo, pues el hecho de llevar en su vientre a un ser humano, al hijo deseado, es motivo más que suficiente. Sin embargo, un 30 – 50% vuelve a fumar después del parto convirtiendo a su hijo en el primer fumador pasivo del hogar y con ello predisponiéndolo a alergias, asma , otitis y otras enfermedades respiratorias.

La edad de la persona y su nivel educacional juegan un papel de importancia, actualmente hay menos adultos y más jóvenes adolescentes que fuman y las compañías tabaqueras lo saben, por lo que su promoción está siendo dirigida a estos últimos.

Si la joven embarazada no puede dejar el tabaco por sí sola debe buscar ayuda comenzando por su ginecólogo, consciente de que al hacerlo le está ofreciendo un mejor habitat y un mejor futuro al ser humano que lleva dentro.

Dr. Marcos Díaz Guillén
Pediatra - Neonatólogo
Santo Domingo, República Dominicana

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