¿Qué tan temprano se puede prevenir la obesidad?, es la pregunta a la que responde el doctor Matthew W. Gillman, señalando las estrategias pre y pos natales para su prevención en la niñez, según un artículo publicado con éste título en el New England Journal of Medicine el 5 de diciembre/2013.
La obesidad,
es una epidemia que se expande en los EE.UU. y el resto del mundo, y, una de
sus consecuencias es, la diabetes tipo II que afectará a medio billón de
personas para el año 2030. Una gran mayoría de mujeres en edad reproductiva en
los Estados Unidos están en sobre peso o son obesas si se toma en cuenta el
índice de su masa corporal. Y, esas mujeres, están predispuestas a ganar
excesivamente de peso cuando se embaracen, convirtiéndose el sobre peso, en un
serio problema a superar después del parto.
La ganancia
excesiva de peso en el embarazo, junto a otros factores de riesgo como la
diabetes gestacional, alteran el crecimiento y el metabolismo del feto. Si ese
feto es de sexo femenino, nace, crece, y si posteriormente se embaraza, el
mecanismo obesidad- embarazo-hijo- obesidad se va a mantener. Entonces, es
tiempo ya de intervenir para interrumpir éste círculo vicioso, si queremos
prevenir la obesidad y otras enfermedades crónicas en la madre y el niño.
La ganancia
rápida de peso en los primeros 6 meses de vida es un predictor fuerte de
obesidad y riesgo cardiometabólico. Los niños alimentados a biberón y que
además, se les introducen alimentos
sólidos como cereales y otros a muy
temprana edad, su riesgo de obesidad es 6 veces mayor 3 años más tarde.
Otros factores
ahora conocidos son, aquellos que afectan el sistema endocrino en el momento de
mayor plasticidad de nuestro desarrollo y los que afectan nuestra flora
intestinal. El organismo humano, se
compone de millones de células, y a su vez, por millones de microorganismos.
Modificaciones en el número y el tipo de los microorganismos en la infancia, se
asocian a la ganancia de peso. El intestino del niño, normalmente es colonizado
al nacer cuando pasa a través del canal del parto, por lo que parece ser, que
los niños que nacen por cesárea al no pasar por ese proceso, tendrán riesgos aumentados de obesidad.
Niños preescolares
cuyas madres no ganaron excesivamente de peso en el embarazo, que fueron
amamantados en su primer año de vida, y a
quienes se les creó el habito de dormir 12 horas diarias, tuvieron según éste
artículo, una prevalencia de obesidad de un 6%, comparados con el 29% de
prevalencia de obesidad en aquellos niños cuya experiencia fue distinta.
La obesidad puede
prevenirse desde muy temprano: Dando una buena atención a la mujer embarazada,
evitando y tratando adecuadamente la diabetes gestacional y el nacimiento de
niños gordos, con menos operación cesárea, evitando el biberón y amamantando en
el primer año de vida. Propiciando buenos hábitos de sueño y no introduciendo
alimentos sólidos en la alimentación, sino hasta cumplidos los 6 meses de edad.
Dr. Marcos Díaz Guillén
Pediatra - Neonatólogo
Santo Domingo, República Dominicana
Dr. Marcos Díaz Guillén
Pediatra - Neonatólogo
Santo Domingo, República Dominicana
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