martes, 17 de diciembre de 2013

Escuela y alimentación

 Los niños permanecen mucho tiempo en el colegio, y allí, almuerzan y meriendan. Por otra parte, el gobierno dominicano, a través del Ministerio de Educación, está implementando la tanda de educación extendida donde el niño pasará prácticamente todo el día en la escuela. Entonces, la escuela y el colegio, están llamados a jugar un rol importante en la educación y hábitos alimenticios del niño.

Un estudio reciente que incluyó 55 escuelas intermedias en Michigan, EE.UU., con estudiantes en su mayoría de bajos recursos, donde se les ofreció opciones más saludables de alimentación. Esto influyó positivamente, para que los niños comenzaran a cambiar hábitos malos por otros buenos al momento de alimentarse.

En las escuelas que introdujeron nuevas  prácticas en su política nutricional, los estudiantes comieron un 26% más frutas, un 14% más verduras y un 30% más granos integrales. También aumentaron su consumo de fibras, calcio y vitaminas C y A, como aparece en la edición online del 11 de noviembre/2013 de la revista Childhood Obesity.

Los nuevos estándares en los EE.UU. para la nutrición que entrarán en vigencia en el año escolar 2014-2015 podrían ayudar a mejorar los hábitos alimenticios de los estudiantes en ese país. Y, la política del Departamento de Agricultura fijará límites sobre las calorías, la sal, el azúcar y las grasas en los alimentos y bebidas, promoviendo unas meriendas con más granos integrales, frutas y verduras.

“Cuando se ofrecen opciones de alimentos saludables, los estudiantes las seleccionan, las comen y mejoran sus dietas” aseguró en un comunicado de prensa de la Robert Wood Jhonson Foundation, Katherine Alaimo, profesora del Departamento de Ciencias Alimenticias y Nutrición Humana de la Universidad del Estado de Michigan.

Por lo que debemos entender, que la prevención es la mejor de las medicinas. Que debemos enseñar a nuestros niños desde el hogar a comer sano. Y, con la ayuda de la escuela, llegar a tener  adultos más longevos y productivos, con menos probabilidades de ser obesos, hipertensos, cardiópatas o diabéticos. Y, sin tener que depender de unos medicamentos que acaban con la precaria estabilidad económica del enfermo, por no decir con su vida.
Fuente: Robert Wood Johnson Foundation, HealthDay News, noviembre 11/2013.
Dr. Marcos Díaz Guillén
pediatra-neonatólogo
Santo Domingo,
República Dominicana



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