Recientemente se ha dado a conocer un nuevo dopaje que en vez de activar y
fortalecer el músculo, funciona activando la corteza cerebral motora.
Halo – Neurocience está trabajando
en San Francisco, California, con un grupo elite de atletas esquiadores,
probando cómo la estimulación eléctrica del cerebro mejora su rendimiento y sus
habilidades físicas al tiempo que reduce
la fatiga.
La Asociación Americana de Ski y Snowboard está trabajando con Halo para ver la eficacia de un
dispositivo capaz de liberar electricidad a la corteza cerebral motora de los
atletas, un área que en el cerebro humano controla nuestras habilidades
físicas. La compañía explica, que la estimulación eléctrica estimula al cerebro
a producir nuevas conexiones neuronales para aprender nuevas habilidades. Esto
parece haber sido probado en un estudio aún no publicado en siete atletas
nórdicos del ski y snowboard que incluye a deportistas olímpicos.
Cuatro atletas recibieron
estimulación eléctrica transcraneal mientras que tres no la recibieron. Los que
fueron eléctricamente estimulados mejoraron su rendimiento en un 70% y su
habilidad de coordinación de sus movimientos en un 80% comparados con el otro
grupo, anunció en febrero/2016 la compañía Halo – Neurocience.
Resultados similares en cuanto al incremento del rendimiento físico y mucha
menor fatiga con la estimulación eléctrica transcraneal se presentó en marzo 7/2016
en el “Biomedical Basis of Elite Performance Meeting” en Nottingham, Reino
Unido. Y, Lex Mauger, científico del deporte de la Universidad de Kent en
Canterbury afirma, que la estimulación eléctrica de la corteza motora cerebral
que controla las funciones de las piernas, les permite a los ciclistas pedalear
mucho más tiempo sin fatigarse. Alexander Okano, ingeniero biólogo de la
Universidad Federal de Rio Grande del Norte en Brasil, confirma iguales
resultados.
La tecnología y las neurociencias nos sorprenden con nuevos descubrimientos
que nos harán plantearnos serios cuestionamientos bioéticos. Y, respecto al
revolucionario método de dopaje cerebral, habrá que esperar a que se acumulen
más evidencias, valorar su real utilidad en el área deportiva e investigar la
aparición de posibles efectos no deseados. Para los profesionales de la Medicina del deporte, no hay dudas, que un
dopaje imposible de rastrear, será uno de sus grandes retos.
Fuente: Sara Reardon, NATURE 531, 283-284, march 17/2016.
Dr. Marcos Díaz Guillén
pediatra-neonatólogo
Santo Domingo
República Dominicana
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