En las últimas 3 a 4 semanas de gestación el sistema nervioso central (SNC)
del feto pasa por un período de crecimiento exponencial. Dicho sistema lo
componen: el cerebro, el cerebelo, el tallo cerebral y la médula espinal. Este
sistema, es lo que nos permite hablar, elaborar los pensamientos, las
emociones, el aprendizaje, las funciones motoras y el equilibrio. Cuando se
obliga al niño a nacer sin haber llegado al término, es decir, prematuramente,
se le hace susceptible de padecer serias secuelas neurológicas y cognitivas de
por vida. Asunto al que parecería no le estamos dando ninguna importancia.
Un niño puede nacer prematuro por causas médicas como una preeclampsia
severa o porque ha dejado de crecer en
el útero etc., Pero lo que no tiene justificación es, que se programe una cesárea
por cesárea anterior y lo que recibamos sea un niño de 36 semanas de gestación
y que el hecho nos parezca normal.
Actualmente en los EE.UU. nacen un 12 % de niños prematuros, una cifra tres
veces mayor de lo que sucedía en la década de los ochenta. Porque en ese país
las mujeres se casan más tarde y recurren a tratamiento de fertilidad con
mayores probabilidades de tener embarazos gemelares y niños que tienden a nacer
antes del término. Sin embargo, en
nuestro país la cifra es 10.8% en mujeres jóvenes con la carga de una
primera cesárea que las predispone a cesáreas posteriores que se programan
muchas veces antes del término. ¿Cuál es la prisa? ¿Producir un daño gratuito?
He mencionado las secuelas neurológicas por ser las más serias y de
consecuencias permanentes, pero el niño
prematuro puede infectarse facilmente, tiene mayores riesgos de problemas
respiratorios al nacer, dificultad para alimentarse, problemas de audición y
visión y puede morir facilmente.
“Mantener al bebé en el útero de su madre hasta el momento más cercano
posible al término es lo mejor para el desarrollo del cerebro del niño. Cada día
y cada semana en el útero son esenciales. En el tercer trimestre del embarazo, el
cerebro fetal crece de forma exponencial y se multiplica por cuatro.”
(Catherine Limperopuolos, directora del Laboratorio de Investigación sobre el
Cerebro en Desarrollo del Sistema Nacional de Salud de los niños en Washington
D.C.)
Dr. Marcos Díaz Guillén
pediatra-neonatólogo
Santo Domingo
República Dominicana
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