miércoles, 19 de julio de 2017

Los oidos, su limpieza y riesgos

Desde que Leo Gerstenzang inventó el hisopo en el año 1923 al ver a su esposa limpiar los oídos de su bebé con un palillo. Y,  aunque este dispositivo suele tener múltiples usos, la principal aplicación que las madres todavía le dan es, limpiar los oídos de sus hijos. Los pediatras recomendamos limpiar las orejas, no el canal. Que si se sospecha un daño, cuerpo extraño o tapón de cerumen, se visite al pediatra o al otorrino.  Que dejen a un lado la manía por remover la cera, porque ésta, es un material de protección del oído, que tiene su propio mecanismo para removerla.

Existe un estudio que abarcó desde el año 1990 al 2010 en el que se estimó que más de 263, 000 niños menores de 18 años fueron atendidos en las emergencias de distintos hospitales de los EE.UU., con daños relacionados a la introducción de objetos en los oídos. Los más afectados fueron los niños de 0 a 3 años de edad cuyas madres intentaron limpiar sus oídos, representando el 73. 2%. Y las causas más frecuentes de las visitas fueron: limpieza del oído del niño por sus madres, auto limpieza en los mayores, sensación de cuerpo extraño, sangrado de oídos, impactación de cerumen y perforación del tímpano. El estudio en cuestión se realizó utilizando “The National Electronic Injury Surveillance System” (NEISS), una base de datos representativa que describe la epidemiología y los daños asociados al trauma de oídos en edades pediátricas por el uso de objetos en el canal auditvo.

Los primeros reportes que relacionaron la introducción de hisopos en el oído y sus riesgos, se conocieron en 1972 citando perforaciones de la membrana del tímpano, otitis externas e impactación de cerumen. Y si bien es cierto, que la mayoría de los casos son despachados a sus casas, también es cierto, que hay secuelas de tratamientos a largo plazo como son los casos de perforaciones timpánicas, pérdida de audición, luxación de los huesecillos del oído, parálisis facial, y algunos casos s reportados de abscesos cerebrales y meningitis.

Aunque las lesiones del oído por “limpieza “realizadas en el hogar han disminuido, no hay dudas que todavía su prevalencia es alta, por lo que es necesario recordar a las madres, que esa práctica sencilla y aparentemente inocua, puede ser  peligrosa.

Dr. Marcos Díaz Guillén
Pediatra-Neonatólogo
Santo Domingo, República Dominicana

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