Amy Morin,
reconocida psicoterapeuta de los EE.UU. nos expresa sus opiniones respecto de
una publicación reciente del New York Times titulada: “Por qué cada día hay más
jóvenes (teenagers) sufriendo de ansiedad severa”. Una situación que puede
extrapolarse a muchos otros países.
La tecnología,
un escape poco saludable: el constante acceso a los medios y dispositivos
digitales no les está permitiendo a los jóvenes tener vivencias como aburrirse,
estar tristes o experimentar la soledad. Situaciones que pretenden resolver no
por sí mismos, sino, inmersos en los juegos electrónicos, los que siguen usando
incluso cuando se van a la cama, lugar en el que deberían descansar y dormir.
Énfasis
excesivo en la búsqueda de una felicidad constante: esto no es posible, porque
la realidad está muy lejos de ser una vivencia de felicidad permanente. Y,
muchos padres creen que su función es esa, lograr que sus hijos sean felices
todo el tiempo, sin entender que es muy normal y saludable que los niños
sientan tristeza, frustraciones y decepciones.
Padres en un
paraíso irreal: eres el mejor, lo máximo, el primero del grupo, el más
inteligente. No es que se deje de reconocer los éxitos de nuestros hijos, pero,
la alabanza constante es causa de grandes frustraciones, ansiedad e inseguridad,
elementos para la construcción de una autoestima débil. Son padres que lo resuelven
todo, asistentes personales de sus hijos en lugar de ser sus guías.
En los últimos
tiempos, los padres estamos criando niños sin habilidades interiores, sin
ofrecerles las oportunidades para el desarrollo de su espiritualidad, con
demasiado interés en el éxito material y pocos aportes en el desarrollo de sus
habilidades emocionales. Somos muy indulgentes por un lado, reconociendo muy bien
los derechos del niño, y por el otro, sin hacerles conscientes de sus deberes,
que siempre deberían ser más que sus derechos. Porque para producir mejores
ciudadanos y una mejor sociedad, hay que criar y educar con madurez y
equilibrio, con amor y responsabilidad, dando y restringiendo, poniendo algunos
límites. Es una tarea que exige de una gran inversión de tiempo.
FUENTE: “10 reasons why Teens have so much anxiety today”,
Amy Morin, LCSW.
Dr. Marcos Díaz Guillén
pediatra-neonatólogo
Santo Domingo
República Dominicana
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