Transgénero,
es la identidad de género que no se corresponde con el género asignado. Es
decir, que si una persona adulta es genotipicamente y fenotípicamente masculino,
pero se reconoce y actúa como mujer o al revés, si se trata de una mujer que se
reconoce como hombre, es un transgénero. Es algo distinto al sexo, y una
condición en la que existen muchas variables, donde incluso un individuo se identifica
con dos géneros o con ninguno. Si bien es cierto que la homosexualidad
masculina y el lesbianismo no son catalogados como transgénero, no hay dudas
que en ambos, hay una negación o no identificación con el género asignado.
El individuo transgénero, es como cualquier
otra persona, que debe respetarse y, constituye un abuso a su dignidad y a sus
derechos discriminarla y humillarla. Como también es un abuso que adultos
pretendan hacer aparecer como un derecho del niño, que éste pueda decidir su
género en una etapa del desarrollo que se caracteriza por tantas
indefiniciones. Y, peor aún, en otros casos, que se le induzca en esta etapa de
su vida inmadura a entender, que está en capacidad de elegir cuál es su
preferencia sexual.
Recientemente,
se publicó una investigación en la revista de la Academia Americana de
Pediatría, cuyo objetivo fue, examinar la tasa de prevalencia de la conducta
suicida en 6 grupos distintos de adolescentes con los resultados siguientes: el
14 % de todos los adolescentes reportaron algún intento de suicidio. Los
adolescentes transgénero mujer/hombre reportaron la tasa más alta de intentos
de suicidio con el 50.8%, seguidos por los adolescentes que no se
identificaron como hombre o mujer con el
41.8%. Los transgéneros hombre/mujer con el 29.9%. Los adolescentes que no
sabían o que se cuestionaban el género fue del 27.9%, y en la población general, las adolescentes
con el 17.6% y los adolescentes con el 9.8%.
El estudio
concluye, que la identidad de género influye fuertemente en la probabilidad de
que un adolescente intente suicidarse. No hay dudas que en los transgéneros
influye la manera en que son discriminados y humillados en sociedades donde la
intolerancia impide aceptar la diversidad. Como tampoco hay dudas, que es un
abuso inculcarle a un niño que tiene el derecho de decidir su género o preferencia
sexual. Esta acción, sin importar quién la fomente, hay que tipificarla como
abuso infantil, un crimen que debe ser castigado.
REFERENCIA: Russel B. Toomey, Amy K. Syvertsen, Maura
Shramke, “Transgender Adolescent Suicide Behavior”. Pediatrics october/2018,
Volume 142/ISSUE 4.
Dr. Marcos Díaz Guillén
pediatra-neonatólogo
Santo Domingo
República Dominicana
No hay comentarios:
Publicar un comentario