domingo, 5 de julio de 2020

Puericultura en tiempo de pandemia


La puericultura se ocupa del desarrollo saludable y la crianza del niño. Y, asesora y aconseja a los padres para garantizar el bienestar de sus hijos. En nuestro país, el mejor puericultor es el pediatra, que además de aconsejar, previene, diagnostica y hace el tratamiento adecuado garantizando la salud de la población infantil.

A cuatro meses de la pandemia producida por el SARS-CoV-2 se ha descuidado el seguimiento regular del niño en su primer año de vida. Tiempo que hay que recuperar, porque la situación pudiera prolongarse, y porque deben estar sucediendo cosas con la salud del “niño sano” que los padres no ven y que el pediatra va a descubrir.

Con toda la rigurosidad que estos tiempos demandan, nuestros niños deben volver a la consulta pública y privada. A ver al especialista que va a medir el crecimiento de su cabeza, su talla y su peso. Que va a descubrir la talla baja, la microcefalia, macrocefalia o hidrocefalia, el cierre prematuro de las suturas craneales, la tendencia al sobre peso o al bajo peso. Que un testículo no ha descendido, la depresión posparto de la madre, la aparición de ictericia, y fomentará la lactancia materna. Indicará y orientará sobre las vacunas, explicará la importancia y los cambios en la alimentación del niño según su edad y, descubrirá otras condiciones que, de no tratarse en su momento, podrían repercutir negativamente por el resto de su vida.

En la consulta del niño sano el pediatra solicita el estudio de las emisiones otoacústicas, un examen sencillo que nos orientará muy temprano para saber si el niño oye o no. Lo refiere en sus primeros meses al oftalmólogo infantil para una evaluación ocular sin tener que esperar años para saber si sus ojos y su visión son normales. Antes de cumplir su primer año, le pedirá una evaluación cardiovascular que incluya electocardiograma y eco cardiograma adelantándose al descubrimiento de algunas anomalías estructurales del corazón del niño que en principio podrían no presentar síntomas y así, prevenir un episodio futuro de una muerte súbita y otras eventualidades.

 Dejamos sobre la mesa esta reflexión que podría ser una discusión sobre nuestra realidad, porque la pandemia, no puede hacernos descuidar aspectos muy importantes en la prevención de enfermedades y la salud del niño en ese importante primer año de vida y años sucesivos.

Dr. Marcos Díaz Guillén
pediatra-neonatólogo
Santo Domingo
República Dominicana.





No hay comentarios:

Publicar un comentario