La puericultura se ocupa del desarrollo saludable y la
crianza del niño. Y, asesora y aconseja a los padres para garantizar el bienestar
de sus hijos. En nuestro país, el mejor puericultor es el pediatra, que además
de aconsejar, previene, diagnostica y hace el tratamiento adecuado garantizando
la salud de la población infantil.
A cuatro meses de la pandemia producida por el SARS-CoV-2
se ha descuidado el seguimiento regular del niño en su primer año de vida. Tiempo
que hay que recuperar, porque la situación pudiera prolongarse, y porque deben
estar sucediendo cosas con la salud del “niño sano” que los padres no ven y que
el pediatra va a descubrir.
Con toda la rigurosidad que estos tiempos demandan, nuestros
niños deben volver a la consulta pública y privada. A ver al especialista que
va a medir el crecimiento de su cabeza, su talla y su peso. Que va a descubrir
la talla baja, la microcefalia, macrocefalia o hidrocefalia, el cierre
prematuro de las suturas craneales, la tendencia al sobre peso o al bajo peso. Que
un testículo no ha descendido, la depresión posparto de la madre, la aparición
de ictericia, y fomentará la lactancia materna. Indicará y orientará sobre las
vacunas, explicará la importancia y los cambios en la alimentación del niño
según su edad y, descubrirá otras condiciones que, de no tratarse en su
momento, podrían repercutir negativamente por el resto de su vida.
En la consulta del niño sano el pediatra solicita el
estudio de las emisiones otoacústicas, un examen sencillo que nos orientará muy
temprano para saber si el niño oye o no. Lo refiere en sus primeros meses al oftalmólogo
infantil para una evaluación ocular sin tener que esperar años para saber si sus
ojos y su visión son normales. Antes de cumplir su primer año, le pedirá una
evaluación cardiovascular que incluya electocardiograma y eco cardiograma adelantándose
al descubrimiento de algunas anomalías estructurales del corazón del niño que en
principio podrían no presentar síntomas y así, prevenir un episodio futuro de
una muerte súbita y otras eventualidades.
Dejamos sobre la
mesa esta reflexión que podría ser una discusión sobre nuestra realidad, porque
la pandemia, no puede hacernos descuidar aspectos muy importantes en la
prevención de enfermedades y la salud del niño en ese importante primer año de
vida y años sucesivos.
Dr. Marcos Díaz Guillén
pediatra-neonatólogo
Santo Domingo
República Dominicana.
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