Las grandes
farmacéuticas reconocidas internacionalmente aplican con rigurosidad la
metodología científica, y cuando elaboran un producto y hacen sus estudios para
un rango de edades, recomendarán dichos productos solo para las personas que
estén dentro de ese rango. Y es sabido que, las nuevas vacunas contra Covid-19
se han investigado y producido para ser administradas solo a individuos sobre
los 16 años y, aunque también sabemos que los niños desde recién nacidos y a
cualquier edad pueden enfermar por Covid-19, la mayoría no se enfermarán con la
gravedad que lo hacen los adultos y muchos podrán dar positivo sin presentar
síntomas.
Si todos los adultos llegáramos a estar vacunados en algún
momento, las posibilidades de ser contagiados por un niño serían remotas, por
lo tanto, mientras más rápido se detenga el virus en el adulto, menores serán
las probabilidades de que esto suceda o que el virus pueda mutar a una variante
más agresiva. Esto, se va a lograr cuando dispongamos de las vacunas. Sin
olvidar que al mismo tiempo deberán seguirse implementando de manera rigurosa
las medidas individuales, colectivas y gubernamentales para evitar los
contagios.
Muchos estudios revelan que es poco probable que los
niños menores de 10 años otros sugieren que hasta los 14 años, se infecten con
el virus cuando se comparan con las personas sobre los 20 años de edad. La
hospitalización en los niños es muy baja, sin embargo, los que ameritan
hospitalización a veces necesitan cuidados intensivos y pueden llegar a
desarrollar el síndrome inflamatorio multisistémico que es una complicación
severa del que la mayoría de ellos salen sin problemas. De ahí por qué las vacunas no se apliquen de
inicio en los niños menores, y con ello, estamos respondiendo a muchos padres y
madres.
Es oportuno señalar que, aunque la enfermedad ataca
suavemente a los niños pequeños, los que tienen alguna enfermedad de fondo:
obesos, asmáticos, falcémicos, diabéticos, enfermos renales y cardiacos, están
en un riesgo mayor de enfermar gravemente si se contagian con el nuevo
coronavirus. No hay dudas entonces, que una vez logrado detener la pandemia, la
comunidad científica deberá encaminar sus esfuerzos para lograr que las vacunas
puedan prevenir los posibles brotes futuros de COVID-19 en toda la población
incluyendo a la mujer embarazada y a los niños pequeños.
Dr. Marcos Díaz Guillén
Pediatra-neonatólogo
Santo Domingo
República Dominicana.
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