domingo, 31 de enero de 2021

QUÉ DEBEMOS APRENDER DE LAS VACUNAS

 

La gente común se pregunta: ¿Por qué personas que se han vacunado se han contagiado con el coronavirus?, ¿Qué tiempo me protegerá la vacuna?, ¿Cuándo llegarán? Y, ¿Cuáles efectos no deseados puedo sufrir?

 

Debemos saber que, si me vacuno hoy, estaré desprotegido por algunos días. Porque no habrá pasado tiempo suficiente como para que mi organismo haya producido anticuerpos contra la enfermedad. 3 a 4 semanas después, cuando se me administre la segunda dosis es cuando empezará a producirse en mi persona una inmunización lo suficientemente fuerte como para protegerme. ¿Por cuánto tiempo? no sabemos, y el   tiempo dirá si habrá que ponerse refuerzos.

 

Las vacunas producen protección en un país cuando una gran proporción de la población se ha vacunado, si la vacuna protege en un 95%, existe un 5% que, aunque reciba la vacuna podría estar desprotegido y, si no se han cumplido estrictamente los procesos de transporte y almacenaje, si se rompió la cadena de frío que las vacunas requieren, podrá haber personas inyectadas, pero no vacunadas. Son procesos muy estrictos que hay que cumplir. Y, ¿Cuáles son los efectos secundarios de las vacunas contra COVID-19? Los mismos que conocemos de otras vacunas que a pesar de conocerlos las seguimos poniendo, porque los beneficios siempre serán muy superiores a los efectos no deseados. Como son vacunas nuevas, en el futuro, podrían aparecer efectos que hoy desconocemos. Una especulación que no invalidad el hecho de que estaré más seguro si estoy vacunado.

 

Las vacunas contra COVID-19 se comenzaron a distribuir en diciembre pasado no con la eficiencia y rapidez que desearíamos y, en nuestros países, está por verse. Entre los acuerdos que buscan asegurar un acceso equitativo está el de Astra Zeneca/Oxford para aportar 170 millones de dosis y Johnson and Johnson para aportar 500 millones de dosis. Unicef anunció que está listo para transportar 850 millones de toneladas de vacunas COVID-19 cada mes, sin embargo, la realidad es otra.

 

No se debe fomentar el pesimismo, pero hay que ser realista. En nuestra América pobre, con tantas carencias, en medio de esta pandemia, con autoridades que quisieran actuar, pero que cuentan con una población ajena y poco comprometida y demasiado gente opinando. Hay que llamar a la cordura, a la paciencia y a la buena voluntad. De lo contrario, seremos los últimos una vez más.

Dr. Marcos Díaz Guillén

pediatra-neonatólogo

Santo Domingo

República Dominicana.

 

 

 

 

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