Un brote de esta viruela apareció en el Reino Unido el 29
de abril 2022, con un ciudadano británico que presentó síntomas luego de haber
visitado Nigeria, país de África Occidental donde la enfermedad es endémica.
La viruela del mono se puede transmitir de persona a
persona. No es lo común. Lo común es, que se contagie por el contacto directo
de personas con roedores y primates. Con sangre y líquidos corporales a través
de la piel y mucosas de esos animales infectados. Aunque no debe ser motivo de
alarma, los países y la comunidad médica mundial deben estar alertas, porque se
está expandiendo rápidamente.
La enfermedad se caracteriza por: fiebre, cansancio,
dolores en el cuerpo, inflamación de ganglios y erupción de la piel, más
frecuente en la cara, palmas de la mano y plantas de los pies.
No existe un tratamiento para la viruela del mono, lo que
se hace es, mejorar los síntomas hasta que el virus deje de replicarse y la
enfermedad desaparezca espontáneamente. Aunque comparten virus de una misma
familia, la viruela del mono no es lo mismo que la viruela humana. Esta, fue
erradicada con la vacuna antivariólica y no existe desde 1980.
Es correcto pensar
que las personas que han sido vacunadas contra la viruela humana, tengan alguna
protección contra la viruela del mono. Y, aunque algunos países conservan lotes
de la vacuna contra la viruela humana, son vacunas de primera generación que se
han mantenido como reservas nacionales y no se recomiendan contra la viruela
del mono, porque no cumplen con las normas actuales de fabricación y seguridad.
Existen vacunas seguras, de segunda y tercera generación (MVA
– BN) aprobadas para la prevención de la viruela del mono, pero no para
vacunación masiva, sino para trabajadores sanitarios y personal de alto riesgo,
que debe inyectarse dentro de los 4 días siguientes a la exposición para
prevenir el contagio y la enfermedad.
En lo que va de este
año, han fallecido por
viruela del mono 72 personas en los países donde la enfermedad es endémica. Más
de 3, 000 casos han sido confirmados o sospechosos en 39 nuevos países sin
fallecimientos. Y, aunque para la OMS por el momento, no representa una
emergencia de Salud Pública Internacional, debemos estar alertas, porque la
enfermedad se sigue expandiendo sin que sepamos con seguridad, cuál podrá ser
el comportamiento de este virus.
Marcos Díaz Guillén
pediatra-neonatólogo
Santo Domingo
República Dominicana.
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