sábado, 4 de diciembre de 2010

Los Piojos en los Niños


Quiero hoy hablar de los piojos, porque hay que reconocer que cuando este parásito se aloja en la cabeza de un niño, una tragedia parece haber llegado a la familia y al piojoso lo segregan como a un espécimen raro.

Los piojos son unos insectos que viven exclusivamente en el ser humano, se nutren de pequeñísimas cantidades de sangre que obtienen al picar el cuero cabelludo y, al inocular su saliva, producen una picazón que obliga al rascado. Existen tres tipos de piojos, el pedículus capitis que es al que nos referimos, el pedículus corporis o piojo del cuerpo y el pedículus pubis conocido como ladilla. A estas parasitosis se las conoce como pediculosis.

El niño que asiste a la escuela, puede contagiarse no importa su nivel social, no es una infección de la clase baja o propia de una mala higiene, el niño más higiénico puede ser piojoso. La razón que el niño se infecta más fácilmente es porque se agrupa más que el adulto y porque comparte con sus compañeros objetos, gorras, cepillos, peines, etc. Millones de personas adquieren piojos cada año, principalmente niños.

Si usted sospecha que su niño tiene piojos la mejor manera de saberlo es, peinar su cabeza sobre un papel blanco, los huevos o liendres caerán sobre el papel como pequeños puntos blancos y si hay huevos seguro que hay piojos.

Una vez identificado el piojo en su hijo, debe comunicarlo a la escuela y los padres deberán hacerlo sin que les dé vergüenza, porque así, se podrán tomar las medidas para que otros niños no se infecten.

¿Qué hacer?
Desinfectar la ropa y las sábanas, lavar peines y cepillos con agua caliente, también los juguetes, principalmente los de trapo, aspirar y limpiar alfombras, asientos de cuero, etc.
En el mercado hay productos muy eficaces de dosis única que pediatras y dermatólogos pueden recomendar para sanar al niño y así evitar el contagio y la propagación.
Y no hay que rasparles la cabeza, porque con ello solo se consigue delatarlos para que respondan como lo hizo un jovencito: "¿No me ves? Aquí estoy solo y triste con piojo y con la cabeza raspada".

Dr. Marcos Díaz Guillén
Pediatra - Neonatólogo
Santo Domingo - República Dominicana



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