Kiva viene de
la unión de las palabras “Kiusaamista Vastaan”, en finlandés, “contra el acoso
escolar”. Gracias a esta propuesta, Finlandia está erradicando el bullying en
el 90% de sus escuelas de educación básica. Y, su éxito es tal, que ya es una
herramienta imprescindible a la hora de valorar y escoger un colegio en ese
país. Desde el inicio de la aplicación del método en el año 2007, Finlandia ha
erradicado el acoso de sus escuelas en un 80% y va disminuyendo rapidamente en
el 20% restante.
¿Por qué?,
porque se dieron cuenta, de que el motor
que anima al acosador es, el reconocimiento de su acoso por parte los testigos pasivos con sus risas y burlas.
Cuando esto no sucede, el estímulo desaparece.
Una vez que se
identifica en la escuela una situación de acoso, un equipo entrenado trabaja
siguiendo un protocolo que incluye a la víctima, al acosador y a los testigos
por separado, sin enfrentarlos. Y, cuando el acosador no siente el apoyo de los
demás, el asunto no se le hace tan divertido. Esta, es solo una de las
variables del método.
Kiva también
tiene un componente de prevención que es fundamental, en el que participan
todos los estudiantes, maestros, padres etc, con talleres, lecciones y
actividades durante 45 minutos dos veces al mes, y donde se tratan aspectos
generales del problema, no los casos particulares. Es una especie de
concienciación del problema, para su identificación temprana.
Porque el
acoso escolar, es un problema de salud pública mundial, que no discrimina razas
o estatus social. Es una causa importante de enfermedad psicológica y orgánica,
angustia, estrés y suicidios. Por lo
tanto, el bullying debe ser erradicado, para que el niño y el adolescente vean
la escuela y el colegio como un lugar acogedor y amigable donde encontrarán las
herramientas para su desarrollo, en vez de rechazarlo.
Kiva se aplica
ya en unos 20 países de Europa. También en Argentina, Chile, Colombia y Perú. Qué bueno sería que en nuestro país,
el Ministerio de Educación y los colegios privados también lo comiencen a
aplicar. Porque hay evidencias de que el problema se puede resolver, después de
tantos años por encontrar una solución eficaz.
Dr. Marcos Díaz Guillén
pediatra-neonatólogo
Santo Domingo
República Dominicana
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