La listeriosis es una
infección producida por una bacteria llamada listeria monocytogenes. Es una
infección casi inocua en la mayoría de las personas sanas, pero que puede ser letal
para el recién nacido cuando la mujer la adquiere en el embarazo y en las
personas con un sistema inmunológico debilitado. Recientemente se han reportado
brotes en España y otros países de Europa, y en los EE.UU. se han infectado unas
1, 600 personas con 260 muertes. La mortalidad por listeria va del 10% al 50%.
La embarazada es 10 veces
más susceptible de adquirir la infección, ya que el embarazo debilita su
sistema inmunológico y la hace más vulnerable no solo a listeria, sino también al
toxoplasma, influenza y a otras bacterias y virus que puede transmitir al feto.
¿Cuáles son los síntomas y
cómo se adquiere? La listeriosis puede comenzar como una simple afección
respiratoria o flu, pasar desapercibida o dar síntomas como fiebre, mal estado
general, dolores musculares, diarreas y vómitos. Y, en el recién nacido,
ictericia, septicemia, encefalitis y meningitis. Es causa de abortos,
natimuertos, bajo peso al nacer y prematuridad; y se adquiere por la boca, en
lo que ingerimos: comidas rápidas a base de carnes, hot dogs, patés
refrigerados, productos lácteos a base de leche cruda, quesos suaves sin
pasteurización como queso fresco, Feta, Brie, Camembert, carne de pescado
ahumado y refrigerado. Vegetales crudos sin lavar o mal lavados y mariscos
crudos.
Sabemos, que el pescado y
los mariscos son excelentes fuentes de minerales, vitaminas y proteínas de alta
calidad. Sin embargo, la mujer embarazada, debe ser mucho más cuidadosa. Los
productos del mar deberán ingerirse bien cocidos ya que pueden contener
listeria y otros parásitos que pueden infectar a la madre y a su bebé tales
como ostras, almejas, mariscos, sushi, escalopes o vieiras, salmón ahumado,
tuna y otros.
El diagnóstico de listeriosis se hace por
análisis de sangre, orina, y en algunos casos con el examen del líquido
cefalorraquídeo del paciente. El tratamiento varía de un paciente a otro dependiendo
de la severidad del caso. Se usan antibióticos por 14 días y en los niños una
combinación de estos. Si hay meningitis, se usarán por más tiempo, reconociendo
que siempre existe la posibilidad de que el niño quede con alguna secuela
neurológica.
Dr. Marcos Díaz Guillén
pediatra-neonatólogo
Santo Domingo
República Dominicana.
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