Desde que apareció la enfermedad COVID-19 se está
buscando una vacuna para prevenirla, y se ha estado experimentado con fármacos
para tratarla. Pero la realidad es, que
las estrategias más efectivas por el momento se limitan a intervenciones no
farmacológicas.
En un ensayo abierto y aleatorio realizado en Cataluña,
España, que incluyó a 2, 314 contactos sanos de 672 pacientes casos índice con
COVID-19 entre el 17 de marzo y el 28 de abril, 2020. Se asignaron al azar un
total de 1116 contactos para recibir hidroxicloroquina y 1198 que recibieron la
atención habitual no farmacológica. Los resultados fueron similares en un grupo
y otro respecto al comportamiento de la enfermedad.
El uso de medicamentos para prevenir algunas enfermedades
o brotes infecciosos aplicados a personas sanas, es una práctica frecuente en
medicina. Sin embargo, con la aplicación de hidroxicloroquina en este ensayo se
concluyó que esta droga no previno la infección.
Ivermectina: no hay dudas que es necesario que podamos
disponer de una vacuna y algún medicamento con perfiles de una buena
bioseguridad contra esta enfermedad que está dañando la salud y deteriorando la
actividad social y económica en todo el mundo. Dentro de esos medicamentos está
la ivermectina, un excelente antiparasitario, muy efectiva, de muy bajo costo,
con efectos antivirales muy bien demostrados in vitro, no tanto así en vivo cuando
es usada a las dosis aprobadas para el uso en humanos.
La absorción de este medicamento es muy diferente en
animales y las personas, con un perfil de seguridad muy bueno cuando se usan en
las dosis recomendadas. Las expectativas que se crearon con la ivermectina
contra el SARS-Cov-2 han sido tan altas, que este fármaco llegó a escasearse en
la pandemia. Sin embargo, los estudios más recientes indican que las concentraciones
antivirales del medicamento para disminuir la replicación del SARS-Cov-2 solo
se obtienen con dosis de 1, 000 a 1, 200 miligramos, y la ficha técnica recomendada
para la administración de este medicamento en los humanos es de 100 a 120
miligramos en dosis única. Se necesitan dosis extraordinariamente elevadas de
ivermectina para obtener una actividad contra el nuevo coronavirus, con altas
probabilidades de efectos secundarios graves. Entonces, lo correcto y juicioso será, usar
los medicamentos cuando existan solidas evidencias científicas que los
respalden y no de manera empírica.
REFERENCIA: DOI: 10.1056/NEJMoa2021801. DOI: 10.3823/1442
Dr. Marcos Díaz Guillén
pediatra-neonatólogo
Santo Domingo
República Dominicana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario