Desde 1994 se celebra el 5
de octubre como el día mundial del docente. Muchos años antes, en 1939 Don
Virgilio Díaz Ordóñez Secretario de Educación, había declarado el 30 de junio
“Día del Maestro Dominicano” en honor a los hombres y mujeres que en la R.D. se
dedicaban a la noble labor de educar a nuestros hijos.
En la formación de los
recursos humanos, médicos o de cualquier otra profesión, la mayoría de nuestras
instituciones no inculcan a sus estudiantes la conciencia de que son líderes de
la sociedad, y que, para serlo de verdad, es necesario revestirse de una gran
sensibilidad social. “Existe una relación directa entre los estados de salud y
la pertenencia a un determinado estrato social, y es por eso, que la medicina
no puede ser indiferente ante el papel que juegan las desigualdades sociales en
el campo de la salud. La indiferencia casi generalizada de los médicos por lo
social se debe a la carencia de formación en las ciencias sociales, ya que
estas desempeñan un papel trascendental que nos permite entender los fenómenos
que inciden en el destino de los individuos agrupados en sociedad, lo cual es
invaluable en la formación médica”. La frivolidad de la educación doméstica que
damos a nuestros hijos donde lo principal es el ascenso social y económico
unido a Institutos y Universidades exclusivamente académicas, formadoras de profesionales
alejados de las aspiraciones del conjunto social en el que viven, están dando
como resultado, médicos que en su mayoría no entienden la función social de su
profesión. Lo que lamentablemente nos hace coincidir con Fdo. Sánchez Torre
cuando afirma que la mediocre formación de los médicos debe considerarse como
un pecado de “lesa sociedad”.
“No es suficiente aspirar
a tener acceso a un buen médico y a sofisticados recursos diagnósticos y
terapéuticos, sino que también tendríamos que luchar por una sociedad más justa
si queremos mejorar la salud de todos. La salud entonces, pasa a convertirse en
un asunto ético-social y político en el que todos tenemos algo que decir; y en
el que todos tenemos mucho que hacer” (Javier Segura del Pozo, salubrista
español en su libro “Desigualdades Sociales en salud”). Algo que el maestro
formador de médicos debe tener presente.
FUENTE: Fernando Sánchez
Torre, médico y académico colombiano. El Tiempo, 17 de septiembre/2014.
Dr. Marcos Díaz Guillén
pediatra-neonatólogo
Santo Domingo
República Dominicana
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