jueves, 4 de julio de 2019

Más allá de la ciencia, la medicina y la tecnología


No importan los avances de la ciencia, la medicina y la tecnología. No importan los recursos que se dispongan para atacar o prevenir una enfermedad o epidemia. Se necesita de una sociedad de individuos comprometidos, una sociedad superada en valores y en nivel educacional. Se necesita de una sociedad que en sus estratos más altos: empresarios, ministros, legisladores y gobernantes se tenga bien claro lo que significa “desarrollo”, si es que deseamos avanzar.

La persistencia del más reciente brote de ébola en la República Democrática del Congo (RDC) así lo confirma. De muy poco han servido las ayudas, los esfuerzos de investigadores, médicos y científicos quienes han trabajado muy duro en el desarrollo de vacunas y tratamientos para prevenir nuevos brotes a raíz de los que se produjeron en África en los años 2013 y 2016. El brote actual (2019) que se inició en la RDC y que ya ha penetrado Uganda, ha infectado cerca de 2000 personas de las que 1, 400 han fallecido. Porque hay factores que van más allá del dinero, la ciencia, la tecnología y la investigación. Y eso, es válido no solo para África, sino también para nuestro país y muchos otros en nuestra América.  

Ningún programa de salud pública puede funcionar sin el apoyo de la sociedad, pero una sociedad que permanece en la ignorancia y la insalubridad no está en capacidad de dar ese apoyo. En este contexto, hasta las abundantes fuentes de información de que disponemos se convierten en un arma contra nosotros mismos, porque se nos hace difícil reconocer quién nos está engañando o diciéndonos la verdad.

Este panorama que no es solo nuestro, pero que, entre nosotros es cada día más grave, nos conduce a un mismo objetivo: EDUCACIÓN.  Porque educar, es la medicina que erradica la ignorancia y nos convierte en individuos en capacidad de colaborar y aportar para nuestro propio desarrollo. Pero, para conseguirlo, nuestros líderes y gobernantes con sus hechos deberán hacerse merecedores de nuestra confianza.

Dr. Marcos Díaz Guillén
pediatra-neonatólogo
Santo Domingo
República Dominicana.




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